Por fin regresamos a Moscardón (Teruel) con muchas ganas para disfrutar de un intenso fin de semana dedicado al maravilloso mundo de la Paleontología en la Sierra de Albarracín.
Nos acompañan Manuel y Mª Victoria (Madrid). Y como no podría ser de otra manera, nos alojamos en la Casa Rural de "Los Maestros", cuyo propietario, Jesús Herrero, es uno de los grandes paleontólogos de la Sierra de Albarracín.
Nuestra Expedición Paleontológica en la Sierra de Albarracín surgió como compromiso por acercar a nuestros clientes al fascinante mundo de la Paleontología, ciencia biológica que estudia los seres vivos que poblaron la Tierra en épocas geológicas pasadas.
El objetivo es que durante todo el fin de semana nuestros clientes descubran el impresionante patrimonio paleontológico de un territorio casi olvidado, de la mano de auténticos expertos en la materia, como nuestro amigo y colaborador Jesús Herrero, autor de varios trabajos de investigación.
El objetivo es que durante todo el fin de semana nuestros clientes descubran el impresionante patrimonio paleontológico de un territorio casi olvidado, de la mano de auténticos expertos en la materia, como nuestro amigo y colaborador Jesús Herrero, autor de varios trabajos de investigación.
En este sentido, la Sierra de Albarracín ofrece unas condiciones excepcionales, ya que posee uno de los registros geológicos y paleontológicos más continuos y significativos de toda Europa.
Tras una breve sesión de Introducción a la Paleontología, en la que proyectamos varias diapositivas y realizamos una exposición de fósiles, nos disponemos a realizar un itinerario didáctico por el Barranco de Moscardón, conducido por el paleontólogo Jesús Herrero.
Fragmento de Nautiloideo localizado por Manuel. |
Durante el itinerario, rastreamos el yacimiento de Moscardón en busca de interesantes fósiles que nos permitan reconstruir el ambiente que tenía este territorio hace unos 175 millones de años, cuando se encontraba parcialmente sumergido bajo las cálidas aguas del Mar de Tethys.
Fósil de Belemnoideo en una roca. |
Este yacimiento es especial por la enorme abundancia de restos fósiles de Nautiloideos, Ammonoideos y Belemnoideos, tres clases de Moluscos Cefalópodos, de los que hoy día contamos con unos pocos representantes: Calamares, Sepias, Potas, Pulpos...
Huella de Ammonoideo sobre una roca. |
Fragmento de un gran Nautiloideo. |
Los Ammonoideos se caracterizan por las costillas externas de sus conchas. |
Muestra de pequeño Ammonoideo. |
Muestra de Ammonoideo. |
Posible muestra de Perisphinctes. |
Huella de Pterosaurio localizada en una roca. |
Uno de los elementos más interesantes del yacimiento paleontológico de Moscardón lo constituyen los arrecifes de Espongiarios. Se trata de una bioconstrucción o biohermes de Poríferos (Esponjas), animales marinos que poseen un esqueleto calcáreo o silíceo, formado por espículas unidas entre sí hasta constituir una especie de entramado. Estas bioconstrucciones fósiles forman grandes concreciones calcáreas que llegan a alterar los estratos geológicos, formando una estructura que en geología recibe el nombre de "Dogger".
Dogger de Moscardón. |
Los Braquiópodos son invertebrados marinos muy parecidos a los Bivalvos, de los que se conocen unas 25.000 especies fósiles, siendo muy pocas las que viven en la actualidad.
Muestra de Braquiópodo localizado en el yacimiento de Moscardón. |
Muestra del Braquiópodo Rhynchonella. |
Muestra de dos braquiópodos del género Terebratula. |
Los fragmentos de Espongiarios localizados en Moscardón pertenecen en su mayoría a los géneros Tremadictyon y Stauroderma. Es interesante observar que algunos de estos fragmentos conservan los tubos construidos por otro tipo de animal marino, un Anélido, un gusano de cuerpo vermiforme y segmentado, capaz de segregar carbonato cálcico para construir un habitáculo a modo de tubo, que suele aparecer adherido sobre conchas, guijarros, corales y otras estructuras marinas.
Muestra de Espongiario con bioconstrucciones típicas de Anélidos en su superficie. |
Magnífico ejemplar de Laocaetis localizado en Moscardón. |
Araña Lobo (Lycosa tarantula) localizada durante nuestro rastreo de fósiles. |
Fragmento de tallo de Crinoideo. |
Muestras de Ammonite, Crinoideos y Radiolas de Erizos. |
Y es que en la provincia de Teruel se encuentran algunos de los yacimientos de Dinosaurios más importantes de España, como el de Galve, donde se localizaron huesos del Aragosaurus y del Iguanodon, además de numerosas huellas fósiles (icnitas). A pesar de la enorme riqueza paleontológica del yacimiento que acabamos de visitar, Jesús se lamenta del expolio y la destrucción de la mayoría de los yacimientos que conoce, causada por aficionados y comerciantes ilegales. Conviene recordar que en España la protección legal de los yacimientos paleontológicos está enmarcada en la Ley del Patrimonio Histórico Español (Ley 16/1985, de 25 de junio) y en la Ley del Patromonio Natural de la Biodioversidad (Ley 42/2007, de 13 de diciembre). Si no es por motivos rigurosamente científicos, te rogamos que no recojas fósiles de los yacimientos.
Por la tarde acudimos a otros yacimientos localizados en dos barrancos entre Moscardón y Calomarde.
Allí localizamos numerosas muestras de Espongiarios y Ammonoideos.
Pero no todo va a ser buscar fósiles en esta expedición. Es muy interesante realizar algún recorrido que nos permita interpretar la historia geológica de esta sierra, y nada mejor que hacerlo en el impresionante Barranco de La Hoz, en Calomarde.
El Barranco de La Hoz es un gran cañón fluvial de origen kárstico que se retuerce comprimiendo el pequeño cauce fluvial de la Fuente del Berro.
Las pasarelas instaladas en las paredes y los puentes colgantes facilitan el disfrute de un itinerario que nos muestra diversas formaciones geológicas propias del modelado kárstico.
Las rocas del Jurásico son las que más extensión ocupan a lo largo de la Sierra de Albarracín.
Sus formaciones son de gran interés estratigráfico.
Los procesos erosivos fluviales han originado un profundo cañón por donde discurre nuestro sendero habilitado.
Como ya sabemos, estas calizas y dolomías son muy ricas en fósiles, aunque estos tienden a concentrarse en yacimientos.
Mientras caminamos por el angosto sendero habilitado, nos sorprendemos con las sinuosas laderas revestidas con fajas calizas y densos bosques de Pino Laricio (Pinus nigra).
A continuación y para finalizar la jornada, nos aproximamos a la Cascada de Calomarde.
Se trata de un salto de agua de Calomarde, una cascada de unos 20 m. labrado sobre calizas del Jurásico. La poza está revestida de formaciones travertínicas que crecen por la acción del carbonato cálcico.
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