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sábado, 15 de junio de 2019

Expedición Paleontológica en la Sierra de Albarracín: Jornada 1 (Moscardón - Calomarde).

Por fin regresamos a Moscardón (Teruel) con muchas ganas para disfrutar de un intenso fin de semana dedicado al maravilloso mundo de la Paleontología en la Sierra de Albarracín.
Moscardón
Nos acompañan Manuel y Mª Victoria (Madrid). Y como no podría ser de otra manera, nos alojamos en la Casa Rural de "Los Maestros", cuyo propietario, Jesús Herrero, es uno de los grandes paleontólogos de la Sierra de Albarracín.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Nuestra Expedición Paleontológica en la Sierra de Albarracín surgió como compromiso por acercar a nuestros clientes al fascinante mundo de la Paleontología, ciencia biológica que estudia los seres vivos que poblaron la Tierra en épocas geológicas pasadas. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
El objetivo es que durante todo el fin de semana nuestros clientes descubran el impresionante patrimonio paleontológico de un territorio casi olvidado, de la mano de auténticos expertos en la materia, como nuestro amigo y colaborador Jesús Herrero, autor de varios trabajos de investigación.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
En este sentido, la Sierra de Albarracín ofrece unas condiciones excepcionales, ya que posee uno de los registros geológicos y paleontológicos más continuos y significativos de toda Europa.
Moscardón
Tras una breve sesión de Introducción a la Paleontología, en la que proyectamos varias diapositivas y realizamos una exposición de fósiles, nos disponemos a realizar un itinerario didáctico por el Barranco de Moscardón, conducido por el paleontólogo Jesús Herrero.  
Moscardón
Jesús nos muestra los afloramientos del Jurásico Medio e Inferior de Moscardón, unos materiales de gran interés estratigráfico y paleotológico, donde pronto comenzamos a localizar numerosas muestras de fósiles.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Fragmento de Nautiloideo localizado por Manuel.
Durante el itinerario, rastreamos el yacimiento de Moscardón en busca de interesantes fósiles que nos permitan reconstruir el ambiente que tenía este territorio hace unos 175 millones de años, cuando se encontraba parcialmente sumergido bajo las cálidas aguas del Mar de Tethys. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Fósil de Belemnoideo en una roca.
Este yacimiento es especial por la enorme abundancia de restos fósiles de Nautiloideos, Ammonoideos y Belemnoideos, tres clases de Moluscos Cefalópodos, de los que hoy día contamos con unos pocos representantes: Calamares, Sepias, Potas, Pulpos... 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Huella de Ammonoideo sobre una roca.
Los Nautiloideos y Ammonoideos son conocidos desde el Ordovícico (hace unos 470 millones de años). Fueron muy abundantes durante el Paleozoico, período durante el cual se diversificaron dando lugar a un gran número de formas, con conchas tanto espirales como rectas. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Fragmento de un gran Nautiloideo.
Su principal característica es una serie de tabiques transversales comunicados entre sí a través de orificios sifonales, de modo que el animal los utiliza como cámaras de aire para regular su flotabilidad.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Los Ammonoideos se caracterizan por las costillas externas de sus conchas.
En los Ammonoideos el sifúnculo es ventral y los tabiques transversales tenían lobulaciones y trazos más complejos. La intersección de los tabiques con la pared externa de la concha origina líneas de sutura que, junto con las costillas, constituyen un importante carácter taxonómico para la identificación de especies. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Muestra de pequeño Ammonoideo.
Los hay de todos los tamaños y formas, la diversidad es tremenda. Y pueden aparecer incrustados en la roca, o desprendidos por completo de la roca, aunque los más habitual es encontrar fragmentos rotos.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Muestra de Ammonoideo.
Este magnífico ejemplar podría pertenecer a Perisphinctes albarracinensis, una de las especies de Ammonites catalogadas en esta sierra.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Posible muestra de Perisphinctes.
Jesús es un gran experto en localizar icnitas o huellas fósiles. Aquí nos muestra una roca con una huella que bien podría pertenecer a un Pterosaurio del Jurásico.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Huella de Pterosaurio localizada en una roca.
Los Ammonoideos desaparecieron a finales del Cretácico, hace unos 65 millones de años, durante la misma crisis biológica que acabó con los Dinosaurios. La mayoría de las muestras de Ammonoideos que vemos en Moscardón pertenecen a la Formación Chelva del Jurásico Medio (unos 170 millones de años)
Moscardón
Uno de los elementos más interesantes del yacimiento paleontológico de Moscardón lo constituyen los arrecifes de Espongiarios. Se trata de una bioconstrucción o biohermes de Poríferos (Esponjas), animales marinos que poseen un esqueleto calcáreo o silíceo, formado por espículas unidas entre sí hasta constituir una especie de entramado. Estas bioconstrucciones fósiles forman grandes concreciones calcáreas que llegan a alterar los estratos geológicos, formando una estructura que en geología recibe el nombre de "Dogger".
Moscardón
Dogger de Moscardón.
Estas bioconstrucciones de Espongiarios pertenecen al Jurásico Medio (unos 170 millones de años), lo que quiere decir que por aquel entonces, esta zona de Moscardón se encontraba bajo las aguas poco profundas del tropical Mar de Tethys.
Moscardón
Los Braquiópodos son invertebrados marinos muy parecidos a los Bivalvos, de los que se conocen unas 25.000 especies fósiles, siendo muy pocas las que viven en la actualidad. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Muestra de Braquiópodo localizado en el yacimiento de Moscardón.
Los Braquiópodos no son Moluscos, pertenecen al grupo de los Lofoforados. Sus valvas son desiguales y presentan una simetría bilateral, es decir, el plano de simetría es perpendicular al plano de separación de las dos valvas.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Muestra del Braquiópodo Rhynchonella.
La línea de contacto entre las dos valvas se denomina comisura, y la zona de articulación es la charnela. Los Braquiópodos más habituales en la Sierra de Albarracín pertenecen a los géneros Rhynchonella y Terebratula.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Muestra de dos braquiópodos del género Terebratula.
Además de Cefalópodos y Braquiópodos, en Moscardón hemos encontrado fósiles pertenecientes a otros grupos de animales: Poríferos (Espongiarios), Bivalvos, Crinoideos, Equinoideos... 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Los fragmentos de Espongiarios localizados en Moscardón pertenecen en su mayoría a los géneros Tremadictyon y Stauroderma. Es interesante observar que algunos de estos fragmentos conservan los tubos construidos por otro tipo de animal marino, un Anélido, un gusano de cuerpo vermiforme y segmentado, capaz de segregar carbonato cálcico para construir un habitáculo a modo de tubo, que suele aparecer adherido sobre conchas, guijarros, corales y otras estructuras marinas. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Muestra de Espongiario con bioconstrucciones típicas de Anélidos en su superficie.
La mayoría de estos Espongiarios que aparecen en este yacimiento tienen forma de seta o  de copa, pero algunas especies como Laocaetis o Elasmostoma son tubulares.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Magnífico ejemplar de Laocaetis localizado en Moscardón.
Durante el rastreo de fósiles hay que tener cuidado con algunos de los habitantes actuales, especialmente con las Víboras, Escorpiones y Arañas...
Araña Lobo
Araña Lobo (Lycosa tarantula) localizada durante nuestro rastreo de fósiles.
Los Crinoideos pertenecen al grupo de los Equinodermos (Erizos de Mar, Estrellas de Mar...). Son animales con aspecto de planta, con un cuerpo que consta de una cabeza o cáliz (teca) provista de varios brazos (braquiolas) y un tallo o pedúnculo segmentado en placas (osículos). 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Fragmento de tallo de Crinoideo.
En la base del tallo tienen una estructura de fijación al sustrato a modo de raíz o disco. Llevan en la Tierra desde el Crámbrico (unos 500 millones de años), y al contrario de lo que pueda parecer, aún no se han extinguido, si bien es cierto que las formas actuales (Lirios de Mar) son mucho menos abundantes que las fósiles. Cuando los Crinoideos mueren suelen desintegrarse en osículos aislados del pedúnculo, cuyas formas son muy variadas: Redondos, pentagonales, estrellados... En Moscardón hemos localizado varios fragmentos de MillericrinusIsocrinus y Pentacrinus. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Muestras de Ammonite, Crinoideos y Radiolas de Erizos.
No hay que confundir los fragmentos de los tallos de Crinoideos con las Radiolas de los Erizos de Mar, bastante frecuentes en los yacimientos de la Sierra de Albarracín. Los Equinoideos (Erizos de Mar) fósiles tenían un caparazón compuesto por varias placas finas, provistas de espinas que pueden ser de muchas formas: Anchas, finas, con forma de púa, con forma de maza... Estas espinas fósiles reciben el nombre de radiolas. Las que hemos localizado en Moscardón pertenecen, seguramente, al género Cidaris
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Esto fue lo que dio de sí nuestro paseo didáctico por el yacimiento paleontológico de Moscardón, en compañía de Jesús Herrero. Pero antes de irnos a comer, Jesús nos mostró el molde de una enorme huella de dinosaurio que había localizado recientemente cerca de Moscardón. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Y es que en la provincia de Teruel se encuentran algunos de los yacimientos de Dinosaurios más importantes de España, como el de Galve, donde se localizaron huesos del Aragosaurus y del Iguanodon, además de numerosas huellas fósiles (icnitas). A pesar de la enorme riqueza paleontológica del yacimiento que acabamos de visitar, Jesús se lamenta del expolio y la destrucción de la mayoría de los yacimientos que conoce, causada por aficionados y comerciantes ilegales. Conviene recordar que en España la protección legal de los yacimientos paleontológicos está enmarcada en la Ley del Patrimonio Histórico Español (Ley 16/1985, de 25 de junio) y en la Ley del Patromonio Natural de la Biodioversidad (Ley 42/2007, de 13 de diciembre). Si no es por motivos rigurosamente científicos, te rogamos que no recojas fósiles de los yacimientos. 
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Por la tarde acudimos a otros yacimientos localizados en dos barrancos entre Moscardón y Calomarde.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Allí localizamos numerosas muestras de Espongiarios y Ammonoideos.
Fósiles en la Sierra de Albarracín
Pero no todo va a ser buscar fósiles en esta expedición. Es muy interesante realizar algún recorrido que nos permita interpretar la historia geológica de esta sierra, y nada mejor que hacerlo en el impresionante Barranco de La Hoz, en Calomarde.
Calomarde
El Barranco de La Hoz es un gran cañón fluvial de origen kárstico que se retuerce comprimiendo el pequeño cauce fluvial de la Fuente del Berro.
Calomarde
Las pasarelas instaladas en las paredes y los puentes colgantes facilitan el disfrute de un itinerario que nos muestra diversas formaciones geológicas propias del modelado kárstico.
Calomarde
Las rocas del Jurásico son las que más extensión ocupan a lo largo de la Sierra de Albarracín.
Calomarde
Sus formaciones son de gran interés estratigráfico.
Calomarde
Los procesos erosivos fluviales han originado un profundo cañón por donde discurre nuestro sendero habilitado. 
Calomarde
Como ya sabemos, estas calizas y dolomías son muy ricas en fósiles, aunque estos tienden a concentrarse en yacimientos.
Calomarde
Mientras caminamos por el angosto sendero habilitado, nos sorprendemos con las sinuosas laderas revestidas con fajas calizas y densos bosques de Pino Laricio (Pinus nigra).
Calomarde
A continuación y para finalizar la jornada, nos aproximamos a la Cascada de Calomarde.
Cascada de Calomarde
Se trata de un salto de agua de Calomarde, una cascada de unos 20 m. labrado sobre calizas del Jurásico. La poza está revestida de formaciones travertínicas que crecen por la acción del carbonato cálcico.
Cascada de Calomarde

domingo, 16 de julio de 2017

Expedición Paleontológica en la Sierra de Albarracín (Teruel).

Nueva edición de nuestra Expedición Paleontológica en la Sierra de Albarracín (Teruel) con nuestros expedicionarios Javier, Pilar, Marta y Álvaro, que viajan a Moscardón dispuestos a disfrutar de un intenso fin de semana dedicado al maravilloso mundo de la Paleontología.
El objetivo es que descubran el impresionante patrimonio paleontológico de Teruel, de la mano de auténticos expertos en la materia, como nuestro amigo y colaborador Jesús Herrero Gascón, que además de paleontólogo, es el propietario de la fabulosa "Casa Rural de Los Maestros", lugar donde nos hospedaremos durante la Expedición
Tras la comida en Moscardón y la posterior charla teórica con proyección de diapositivas y exposición de fósiles en la Casa de los Maestros, salimos al campo acompañados de Jesús, para descubrir los secretos que esconde este pueblo bajo sus casas.
Moscardón posee uno de los registros geológicos y paleontológicos más continuos y significativos de toda Europa, de modo que dedicaremos la tarde a rastrear sus alrededores en busca de fósiles que nos den información acerca de los organismos que vivían en este territorio durante el Triásico y Jurásico, hace unos 180 millones de años. 
Álvaro nos muestra una pieza de Ammonites localizada en Moscardón.
La abundancia de organismos marinos nos indica que esta zona estuvo sumergida bajo las cálidas aguas del Mar de Tethys, antiguo Mar Mediterráneo. Estas muestras pertenecen a Terebratula, un Braquiópodo que vive en la Tierra desde el Devónico (hace unos 400 millones de años). Apenas sobreviven en la actualidad unas 400 especies de Braquiópodos, una pequeñísima parte de las más de 25.000 especies de Braquiópodos reconocidas en el registro fósil. 
Muestras de Terebratula sp. localizadas en Moscardón.
Jesús nos muestra los afloramientos del Jurásico Medio e Inferior de Moscardón, unos materiales de gran interés estratigráfico y paleotológico, donde se pueden localizar impresionantes fósiles.
Impresionante molde de un Nautiloideo.
Los Bivalvos son Moluscos acuáticos que presentan una concha de carbonato cálcico constituida por dos valvas. Existen desde el Cámbrico, y aunque la mayoría son marinos,  algunas especies han colonizado las aguas dulces. Algunas de las muestras que hemos localizado podrían pertenecer a la especie Plagiostoma gigantea.
Marta nos muestra un ejemplar de Bivalvo fósil.
De entre todos los Bivalvos, destacan por su gran tamaño los Pectínidos, conocidos popularmente como Vieiras. 
Marta con una gran muestra de una vieira fosil, posiblemente Chlamys.
Los Belemnoideos eran Cefalópodos que poseían una robusta concha interna, alargada y con cámaras internas. Sus fósiles son fácilmente reconocibles porque se parecen mucho a una balaAl igual que los Ammonoideos, los Belemnoideos fueron muy abundantes durante el Paleozoico y el Mesozoico, extinguiéndose durante la crisis del final del Cretácico. La mayoría de las muestras que localizamos en Moscardón pertenecen a la especie Hibolites hastatus.
Varias muestras de Belemnites localizadas en Moscardón.
El yacimiento de Moscardón cuenta con abundantes restos fósiles de Nautiloideos, Ammonoideos y Belemnoideos, tres clases de Moluscos Cefalópodos, de los que hoy día contamos con unos pocos representantes: Calamares, Sepias, Potas, Pulpos... 
Otro Braquiópodo localizado en Moscardón: RhynchonellaLos Braquiópodos se parecen mucho a los Bivalvos, pero no son Moluscos, pertenecen al grupo de los Lofoforados. Sus valvas son desiguales y presentan una simetría bilateral, es decir, el plano de simetría es perpendicular al plano de separación de las dos valvas. La línea de contacto entre las dos valvas se denomina comisura, y la zona de articulación es la charnela. Los Braquiópodos más habituales en la Sierra de Albarracín pertenecen a los géneros Rhynchonella y Terebratula.
Muestra de Rhynchonella localizada en Moscardón.
Uno de los elementos más interesantes del yacimiento paleontológico de Moscardón lo constituyen los arrecifes de Espongiarios. Se trata de una bioconstrucción o biohermes de Poríferos (Esponjas), animales marinos que poseen un esqueleto calcáreo o silíceo, formado por espículas unidas entre sí hasta constituir una especie de entramado. Estas bioconstrucciones de Espongiarios pertenecen al Jurásico Medio (unos 170 millones de años), lo que quiere decir que por aquel entonces, esta zona de Moscardón se encontraba bajo las aguas poco profundas del tropical Mar de Tethys. Los fragmentos de Espongiarios localizados en Moscardón pertenecen en su mayoría a los géneros Tremadictyon Stauroderma.
Álvaro muestra una pieza perteneciente a uno de los Espongiarios de Moscardón.
Los Crinoideos pertenecen al grupo de los Equinodermos (Erizos de Mar, Estrellas de Mar...). Son animales con aspecto de planta, con un cuerpo que consta de una cabeza o cáliz (teca) provista de varios brazos (braquiolas) y un tallo o pedúnculo segmentado en placas (osículos). En la base del tallo tienen una estructura de fijación al sustrato a modo de raíz o disco. Llevan en la Tierra desde el Crámbrico (unos 500 millones de años), y al contrario de lo que pueda parecer, aún no se han extinguido, si bien es cierto que las formas actuales (Lirios de Mar) son mucho menos abundantes que las fósiles. Cuando los Crinoideos mueren suelen desintegrarse en osículos aislados del pedúnculo, cuyas formas son muy variadas: Redondos, pentagonales, estrellados... En Moscardón hemos localizado varios fragmentos de MillericrinusIsocrinus y Pentacrinus
Jesús exhibe varias piezas de Equinodermos fósiles.
Al día siguiente nos despedimos de Jesús y continuamos con la expedición visitando otros yacimientos de la Sierra de Albarracín.  
Pero no todo lo que vamos a ver hoy son fósiles. Aquí estamos en Calomarde, observando los nidos de los Alimoches y de Buitres Leonados.  
Los Nautiloideos son conocidos desde el Ordovícico (hace unos 470 millones de años). Fueron muy abundantes durante el Paleozoico, período durante el cual se diversificaron dando lugar a un gran número de formas, con conchas tanto espirales como rectas. Su principal característica es una serie de tabiques transversales comunicados entre sí a través de orificios sifonales, de modo que el animal los utiliza como cámaras de aire para regular su flotabilidad. Desaparecieron a finales del Cretácico, hace unos 65 millones de años, durante la misma crisis biológica que acabó con los Dinosaurios. En uno de los yacimientos que hemos visitado hoy localizamos esta magnífica muestra de un Ammonite
Molde y contramolde de un Ammonite localizado cerca de Calomarde.
Los Nautiloideos son conocidos desde el Ordovícico (hace unos 470 millones de años). Fueron muy abundantes durante el Paleozoico, período durante el cual se diversificaron dando lugar a un gran número de formas, con conchas tanto espirales como rectas. Su principal característica es una serie de tabiques transversales comunicados entre sí a través de orificios sifonales, de modo que el animal los utiliza como cámaras de aire para regular su flotabilidad. Desaparecieron a finales del Cretácico, hace unos 65 millones de años, durante la misma crisis biológica que acabó con los Dinosaurios. Algunas de las muestras de Ammonoideos que vimos en Moscardón pertenecen a la Formación Chelva del Jurásico Medio (unos 170 millones de años), y podrían pertenecer a los géneros Stephanoceras, Emileia, Witchellia, Sphaeroceras, Hecticoceras... 
Sphaeroceras, un pequeño Ammonoideo localizado en el mismo yacimiento de Calomarde.

Nos disponemos ahora a realizar una ruta por uno de los parajes más espectaculares de la Sierra de Albarracín: El Barranco de la Hoz, de Calomarde.
De trata de un gran cañón fluvial de origen kárstico que se retuerce comprimiendo el pequeño cauce fluvial de la Fuente del Berro. 
El sendero está muy bien acondicionado, permitiendo el acceso a lugares que de otra forma serían prácticamente inaccesibles.
Pasarelas, puentes y escaleras hacen más sencillo un paseo por un enclave recóndito y sorprendente. 
Es tan intenso el calor que Marta y Álvaro no dudan en meterse en las aguas del río para refrescarse.
Y como corresponde a las fechas en las que nos encontramos, no podrían faltar libélulas y damiselas paseándose cerca de los cauces fluviales.
Calopteryx virgo, uno de los Caballitos del Diablo más comunes.
Tras el interesante recorrido por el cañón, es momento de regresar y retomar el itinerario de nuestra expedición. 
Visitamos algunos de los lugares más interesantes de la sierra, como la Sima de Frías, que nos recuerda que nos encontramos en medio de un modelado kárstico del relieve. 
Sima de Frías de Albarracín.
Cerca de Griegos visitamos otro interesante yacimiento, con abundantes Braquiópodos.
Rastreando en el yacimiento localizamos varias muestras de Terebratula.
Muestras de Terebratula localizadas en Griegos de Albarracín.
Además de la Terebratula, localizamos alguna muestra de Rhynchonella. 
Muestras de Rhynchonella localizadas en Griegos de Albarracín.
A continuación visitamos las espectaculares dolinas de Griegos, probablemente las mayores dolinas existentes en España.
Marta, Javier y Álvaro junto a la dolina de Griegos.
El tramo final de la expedición corresponde a la Sierra del Tremadal, perteneciente a la Sierra de Albarracín, pero con una naturaleza geológica muy diferente. Se trata del macizo más antiguo de la Sierra de Albarracín, compuesto por materiales del Paleozoico, principalmente cuarcitas y pizarras. Es precisamente en uno de los afloramientos de pizarras donde se localiza uno de los yacimientos paleontológicos más importantes de la sierra, un yacimiento de Graptolitos que no dudamos en visitar. 
Los Graptolitos constituyen el grupo fósil más conocido del Paleozoico. Eran animales marinos que vivían en colonias muy parecidas a las de algunos Cnidarios. Los individuos se alojaban en pequeñas tecas y las colonias eran transportadas por un pequeño flotador llamado pneumatoforo. Su presencia indica la existencia en este lugar de un mar de aguas tranquilas y poco profundas. Tras un minucioso rastreo localizamos algunas muestras de Monograptus, del Silúrico-Devónico (unos 420 millones de años).
Muestra de Monograptus, del yacimiento de Orihuela del Tremedal.
La riqueza paleontológica de estos yacimientos es enorme, pero desgraciadamente están muy afectados por el expolio de aficionados y comerciantes ilegales. Conviene recordar que en España la protección legal de los yacimientos paleontológicos está enmarcada en la Ley del Patrimonio Histórico Español (Ley 16/1985, de 25 de junio) y en la Ley del Patromonio Natural de la Biodioversidad (Ley 42/2007, de 13 de diciembre). Los fósiles sólo pueden entenderse en el contexto donde se encuentran, de modo que queremos dejar constancia de nuestro compromiso con un ecoturismo serio, responsable y respetuoso: Hemos dejado en el mismo lugar todas las muestras fósiles recolectadas; con las fotografías es suficiente para registrar los hallazgos.
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