viernes, 9 de agosto de 2019

Trekking Picos de Europa 2019.

Domingo, 4 de agosto de 2019.
Nos encontramos en Soto de Sajambre, en la vertiente leonesa del Parque Nacional de los Picos de Europa, con Noelia y Alberto (Madrid), Vicente (Ciudad Real) y Antonio (Badajoz).
Llegamos ayer por la noche y nos alojamos en el albergue rural, junto al Hostal "Peña Santa". Parece ser que hemos coincidido con una de las fiestas patronales del pueblo, la Fiesta Patronal de Nuestra Señora de las Nieves. Varios jóvenes se concentraron en el bar del pueblo y estuvieron de fiesta hasta bien entrada la noche.
Nuestro cometido es comenzar aquí una trepidante aventura que durante cinco jornadas nos hará cruzar la vertiente más abrupta y salvaje del macizo de los Picos de Europa.

El primer objetivo es llegar a Vegabaño, una inmensa pradera rodeada de bosque atlántico y grandes montañas. Allí se encuentra el refugio de Vegabaño, un lugar ideal para descansar y refrescarse.


Desde Vegabaño iniciamos la ascensión al Macizo Occidental por la Canal del Perro. Las nubes concentradas en los fondos de los valles nos persiguen durante las primeras horas de la jornada pero no logran "atraparnos". 


Ya en la Canal del Perro dejamos atrás el mar de nubes. El panorama es espectacular y no podemos evitar parar de vez en cuando para echar la vista atrás.
El Macizo Occidental de los Picos de Europa es también conocido como El "Cornión", por la especial silueta que ofrece Torre Santa, su cumbre culminante, desde el Macizo Central. Una vez superada la Canal del Perro alcanzamos la cota de los 2.000 m. de altitud y al fondo se nos presenta la impresionante Torre Santa...
Nos dirigimos a Vega Huerta, lugar donde pasaremos la primera noche del trekking. Vega Huerta está situada a los pies de la cara sur de Torre Santa.
A diferencia de otros mamíferos europeos que se han adaptado a los hábitos nocturnos para no interactuar con el hombre, el Rebeco (Rupicapra rupicapra), confinado en las alturas de las montañas, vive ajeno al hombre la mayor parte del tiempo. 
Rebeco en Vega Huerta. Foto: Alberto Banet.
Tan pronto como montamos el campamento en Vega Huerta las nubes de los valles comenzaron a subir y, de vez en cuando, lo cubrían todo envolviéndonos en un manto de partículas de agua. 
Vega Huerta es un lugar mágico... aquí los ocasos tienen algo muy especial. 
Preparamos la cena en medio de este panorama de luces y colores.

Lunes, 5 de agosto de 2019.
La noche transcurrió sin incidencias y, en líneas generales, dormimos todos lo suficientemente bien como para iniciar la jornada de hoy totalmente recuperados del esfuerzo de ayer.
Hoy nos toca descender a la garganta del Cares por la vertiginosa Canal de Capozo, una dura jornada que pondrá a prueba la resistencia de nuestros pies y rodillas.  
Lirio de Montaña en las praderas de la Pedriza Carbanal.
En las praderas alpinas de los Picos de Europa florecen los Lirios de Montaña (Iris latifolia), un endemismo ibérico que solo puede verse en la Cordillera Cantábrica, en los Pirineos y en determinadas zonas del Sistema Central. 
La Canal de Capozo es exigente en determinados pasos. Es muy importante conocerla bien para no despistarse y meterse por algún itinerario que solo conduce a cortados o callejones sin salida.   
La escasez de agua es manifiesta en un macizo kárstico como los Picos de Europa, más si cabe en pleno mes de agosto. 
Pero en las inmediaciones de esta angosta canal se esconde una cueva, una magnífica cueva en cuyo interior será fácil encontrar agua fresca. 
Una vez localizada la cueva, continuamos el descenso por la impresionante canal que apenas da un respiro: Cada dos pasos descendemos prácticamente un metro de desnivel. 
El paisaje invita a detenerse en el camino para deleitarse con la grandeza de estas montañas. Justo enfrente de nosotros se levanta el impresionante Macizo Central, el mismo que tendremos que cruzar mañana, cuando subamos a uno de sus más privilegiados balcones: Collado Jermoso. 
Tras superar el descenso entre grandes paredes y sedos, llegamos al Monte Corona, ocupado por una gran masa forestal del Bosque Atlántico. Allí se encuentra La Farfada, un torrente de aguas bravas que nace directamente de la pared de la montaña.
La senda de La Farfada nos conduce directamente a la villa de Cordiñanes, lugar donde pasaremos la segunda noche del trekking. Cerca de Cordiñanes se encuentra el Mirador del Tombo, un balcón en medio de la Garganta del Río Cares que nos permite interpretar el maravilloso mundo de montañas que nos rodea. 


Martes, 6 de agosto de 2019.
Excelente descanso en el Hotel "Tombo" de Cordiñanes. No hay nada mejor para un trekking que darse un "lujo" de vez en cuando y dormir en una buena cama después de una copiosa y exquisita cena.
La jornada de hoy nos adentrará de lleno en el Macizo Central a través de la Canal La Sotín. En apenas seis kilómetros de recorrido tenemos que superar 1.200 m. de desnivel, menos mal que hay alguna cuerda en la roca para ayudarte en la progresión.
La sensación de vacío es prácticamente constante a lo largo de esta ruta, una de las más espectaculares de los Picos de Europa. 
Tras superar los vertiginosos sedos de la Rienda Sotín alcanzamos las hayas de un hayedo que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.
Se trata del Hayedo de Asotín, encajonado en medio de la canal y rodeado de grandes paredones. Un lugar que invita al descanso.
Atravesando el hayedo llegamos a la Vega La Sotín. Frente a nosotros, en el Macizo Occidental, contemplamos la Canal de Capozo por la que descendimos ayer.
Tras la Vega La Sotín ya apenas se deja de ascender. Solo el Collado Solano nos permite un respiro, un lugar idílico que invita a contemplar el paisaje.  
Vicente, poco acostumbrado a estos terrenos, no sale de su asombro cada vez que echa la vista atrás.
Hasta hace un par de décadas, en las traviesas de la Torre Jermosa era fácil cruzar neveros incluso en el mes de agosto. Hoy han desaparecido por completo.  
La Torre de Friero destaca en medio del panorama por su impresionante corredor norte, uno de los más largos de España. 
Tras superar las traviesas nos espera el Argayo Congosto, último tramo que entraña cierta dificultad, antes de llegar a Collado Jermoso.
Y en Collado Jermoso, la recompensa después de una jornada de esfuerzo. 
Aquí pasaremos la tercera noche del trekking, un vivak de altura con opción a pernoctar en el interior del refugio.  


Miércoles, 7 de agosto de 2019.
Amanece en Collado Jermoso. Ha sido una noche fresca y húmeda, pero tras los primeros rayos del sol ha desaparecido la densa niebla que nos ha cubierto durante toda la noche.
La construcción del refugio de Collado Jermoso fue idea de Diego Mella, uno de los primeros alpinistas de los Picos de Europa. Se terminó de construir en 1944 gracias a la participación de muchos de los habitantes del Valle de Valdeón. 
Después de desayunar y de levantar el campamento, iniciamos la cuarta jornada jornada del trekking. 
En primer lugar cruzamos Las Colladinas dejando atrás la Torre Jermosa con su refugio. Hacia el norte podemos ver el Mar Cantábrico. 
En este punto alanzamos la máxima cota del trekking, por encima de los 2.200 m. de altitud. 
Tras las Colladinas nos espera una larga travesía hacia la Vega de Liordes, el más extenso de los pastizales de alta montaña de los Picos de Europa. 
Tras la Vega de Liordes nos espera un murallón de montañas que tenemos que atravesar para salir del macizo. 
Realizamos la travesía por el Sedo de Remoña, un lugar peligroso donde no conviene la más mínima distracción. 
Vicente nos enseña el sedo por donde hemos salido del macizo. 
Ya fuera del macizo nos encontramos en el Valle de Valdeón, lugar donde los hayedos cantábricos encuentran su máxima expresión. 
Aquí tenemos la "Grasilla" o Pinguícula (Pinguicula grandiflora), una planta carnívora que crece junto a los arroyos de montaña en zonas próximas a las turberas. Sus hojas en roseta basal secretan un moco letal que atrapa a hormigas, arañas u otros invertebrados.  
En Santa Marina de Valdeón nos aguarda el albergue rural "La Ardilla Real", lugar donde pasaremos la cuarta noche del trekking.

Jueves, 8 de agosto de 2019.
Hoy nos espera una larga travesía por los bosques de Valdeón hacia el vecino Valle de Sajambre, donde iniciamos el trekking.
Es la más larga de las cinco jornadas, pero también es la más suave, discurriendo en su mayor parte por el interior de densos bosques de frondosas. 
La ruta sube hacia los Puertos de Dobres por Llampa Luenga, un bonito bosque de robles y hayas donde abundan el Arándano (Vaccinium myrtillus) y el Brezo Vizcaíno (Daboecia cantabrica), arbusto endémico de la Cordillera Cantábrica.
Arándano (Vaccinium myrtillus).
Tras la subida por Llampa Luenga llegamos a los Puertos de Dobres, la divisoria entre los valles de Valdeón y Sajambre..
Disfrutamos de este momento de descanso con gran intensidad, permaneciendo largo tiempo para "empaparnos" bien de los Picos... hoy es la última jornada del trekking.
A partir de aquí ya solo queda descender por varias veredas hacia el bosque de Vegabaño. 
Aquí las hayas sufren el proceso de la solifluxión, un deslizamiento lento de ladera que provoca que los troncos de los árboles estén todos curvados.
Y en Vegabaño finaliza la aventura. Aquí os dejamos el vídeo-reportaje que recoge los mejores momentos de este trekking.