Llegamos a Soto la noche del lunes 22 de agosto. Nos alojamos en el Hostal "Peña Santa", un pequeño hotel rural situado en este bonito pueblo de la montaña leonesa. Tras la cena, extendimos los mapas en la mesa para repasar los detalles de cada una de las cinco jornadas del trekking.
Partimos a primera hora de la mañana del martes 23 de agosto rumbo a Vegabaño, primera de las paradas previstas durante la jornada. El arrendajo (Garrulus glandarius), como buen guardián, alertó inmediatamente de nuestra presencia en el interior de los profundos bosques del Valle de Sajambre. Sorprendimos a varios Herrerillos (Cyanistes caeruleus) en el bosque, y vimos a las Lavanderas (Motacilla alba) caminar sobre los prados.
La "Araña Cruz" (Araneus diadematus) en su tela. |
Cruzamos parte del bosque fuera del sendero habitual para tratar de localizar señales, indicios o especies vegetales interesantes. Tomamos nota de la existencia de tres líquenes muy interesantes, cuya presencia en este bosque certifica la enorme calidad y la madurez de este ecosistema forestal: Lobaria pulmonaria, Usnea filipendula y Letharia vulpina, el "Líquen de los Lobos". Con el hallazgo del "Líquen de los Lobos" en Vegabaño, confirmo la extensión de esta interesante especie desde las Montañas de Riaño hacia los valles de Sajambre y Valdeón.
Letharia vulpina, el "Liquen de los Lobos" en Sajambre. |
Durante nuestro trayecto por el bosque hicimos varias paradas técnicas para beber, comer algo y anotar las observaciones en el Cuaderno de Campo.
La vegetación más abundante está representada por el Arándano (Vaccinium myrtillus), aunque con lo poco que ha llovido los frutos son escasos y pequeños. Localizamos varias turberas con Esfagnos y plantas carnívoras como la Drosera rotundifolia.
Drosera rotundifolia. |
Enseguida llegamos a la gran sorpresa de la jornada, el "Roblón de Cuesta Fría", un árbol milenario con un tronco de más de 6 m.
El excesivo calor de la jornada nos hizo temer por las escasez de agua, de modo que comenzamos a racionar la bebida ante la posibilidad de encontrar fuentes sin agua.
Pero pronto llegamos al refugio de El Frade, donde pudimos coger agua en una fuente cercana, y hacer amistad con una mastina que cuidaba su ganado.
El "Cardo de la Magdalena" (Eryngium bourgatii) es muy abundante en los Picos de Europa, pero me llamó la atención otro tipo de cardo que vimos en la Cimera del Frade: El "Cardo Plateado", también conocido como la "Carlina Angélica" (Carlina acaulis). Se trata de un tipo de cardo que crece en prados supraforestales frecuentados por el ganado.
"Carlina Angélica" (Carlina acaulis). |
Nos recibe un estruendoso grupo de Chovas Piquigualdas (Pyrrhocorax graculus), mientras reconocemos en lo más alto del cielo el vuelo de un Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) por su inconfundible silueta. Y tampoco podían faltar los reyes de las calizas, los Rebecos (Rupicapra rupicapra).
Poco a poco comenzamos la dura ascensión por la Canal del Perro a pleno sol, pero nos lo tomamos con calma realizando algunas paradas para contemplar el paisaje.
Inmersos ya en la roca caliza, comienzo a fijarme en la rica y variada flora de los Picos de Europa, de la que espero encontrar varias especies interesantes. Me fijo en esta bonita Malva que florece entre las fisuras de las rocas. Se trata de Malva mochata, una malva muy extendida por todas las regiones montañosas de Europa.
Malva mochata. |
Allí instalamos nuestro vivac, con vistas a uno de los balcones más bonitos de los Picos de Europa.
Nos sobra el tiempo para disfrutar de un merecido descanso paseando tranquilamente por los alrededores. Junto al pequeño abrevadero que surte un hilillo de agua, sorprendemos a este Limaco, una pequeña Babosa perteneciente al género Limax.
Limaco (Limax sp.). |
Pocos lugares en el mundo ofrecen ocasos tan espectaculares como este...
A la mañana siguiente nos levantamos temprano para poder disfrutar del amanecer. Unos rebecos merodean por el horizonte donde sale el sol y yo no quise desaprovechar la oportunidad de ir a la caza fotográfica:
Con mucho cuidado y paciencia, logro acercarme hasta ellos lo suficiente como para poder fotografiarles sin que se asusten.
Hoy nos espera la Canal de Capozo, una angosta canal que desciende vertiginosamente 1.200 m. hacia el río Cares en el Valle de Valdeón.
Bajamos a muy buen ritmo por la canal mientras contemplamos el Macizo Central de enfrente, un macizo que tendremos que cruzar al día siguiente. Mientras descendíamos sorprendimos a un Halcón Común (Falco peregrinus) lanzándose sobre la canal en un vuelo en picado.
Uno de los principales inconvenientes de los Picos de Europa es la escasez de agua durante la época estival. La mayoría de las fuentes están secas o a punto de secarse, y este verano ha sido especialmente caluroso y seco. La sed nos obliga a buscar la Cueva de Agua, una pequeña caverna escondida entre la vegetación que guarda en sus entrañas un manadero con un agua excelente. Nos costó encontrarla, pero finalmente dimos con ella.
Dentro de la cueva el aire está tan fresco que apetece quedarse largo tiempo en su interior.
La vegetación que nos rodea es verdaderamente sorprendente. La "Sanícula Hembra" (Astrantia major) se extiende a lo largo de toda la canal.
Sanícula Hembra (Astrantia major). |
Siempreviva del Espigüete (Sempervivum giuseppii). |
Lengua de Ciervo (Phyllitis scolopendrium). |
El paisaje invita a detenerse en el camino para deleitarse con la grandeza de estas montañas.
Cerca de La Farfada, en el bosque del Monte Corona, localizamos este pequeño reptil bajo unas rocas.Lagartija Serrana (Iberolacerta monticola). |
La senda de La Farfada nos conduce directamente a la villa de Cordiñanes, lugar donde se encuentra el Hotel Rural "El Tombo", donde pernoctaremos durante la segunda noche del trekking.
La tercera jornada del trekking se inicia en Cordiñanes con la Rienda de Asotín, una paso delicado y expuesto que exige mucha precaución.
Uno de los objetivos de las próximas jornadas será el avistamiento del Treparriscos (Tichodroma muraria), un ave enigmática y escasa que habita en los grandes paredones de los Picos de Europa. Pero de momento nos tenemos que conformar con un grupo de Buitres Leonados (Gyps fulvus) y algún Alimoche (Neophron percnopterus).
La ascensión al Collado Jermoso es corta pero muy pendiente, con 1.200 m. de desnivel positivo desde Cordiñanes. Nos lo tomamos con calma tomando buena nota de lo que observamos a nuestro alrededor, como estas Lagartijas de Bocage (Podarcis bocagei) que asomaron en la Vega de Asotín. Se trata de una especie endémica del noroeste peninuslar (Norte de Portugal, Galicia, Asturias y León).
Lagartija de Bocage (Podarcis bocagei). |
El Argayo Congosto es la parte más entretenida de la ascensión. Requiere guardar los bastones en la mochila y usar las manos para la trepada final hacia el collado. Lo más interesante de este tramo es la abundancia de restos fósiles de Crinoideos.
Llegamos a Collado Jermoso en torno a las cuatro de la tarde, con tiempo de sobra para descansar, pasear y tomarse algo en el fantástico refugio.
Dando una vuelta por los alrededores del collado, localizamos este curioso escarabajo, un crisomélido (Timarcha sp). perteneciente al grupo de los Coleópteros, provisto de unas bolsas de color rojo en las patas. Su estrategia de defensa consiste en expulsar ese llamativo líquido de color rojo que guarda en sus patas para asustar y prevenir a sus posibles depredadores.
Escarabajo Sangrante (Timarcha sp.). |
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Acentor Alpino (Prunella collaris). |
Tras la suculenta cena que nos dieron en el refugio, subimos a la Torre Jermosa para disfrutar del magnífico ocaso que se puede contemplar en el mejor balcón posible de los Picos de Europa.
La Torre de Friero, con su enorme brecha norte apreciada por alpinistas de medio mundo, es la reina indiscutible de la panorámica.
Disfrutamos del momento con gran intensidad, permaneciendo largo tiempo en este lugar.
De regreso al collado, decidimos continuar disfrutando de la noche montando un vivac para contemplar las estrellas. Sin embargo las predicciones anuncian tormentas y es posible que tengamos que recurrir al refugio durante la noche.
Efectivamente la tormenta de anoche nos obligó a cobijarnos en el refugio. Pero hasta entonces, disfrutamos de una noche estrellada de lo más espectacular. Partimos del refugio a las diez de la mañana rumbo a Posada de Valdeón por la Vega de Liordes, en lo que será la cuarta jornada de nuestro trekking.
Las Colladinas es un lugar magnífico para ver y fotografiar a los Rebecos, que acuden a los neveros para refrescarse y beber agua.
El Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros) es un ave rupícola que también se deja ver con facilidad por estos lugares.
Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros). |
La lluvia nos obliga a refugiarnos en el chozo de la Vega de Liordes, pero la jornada se está dando bastante bien y tenemos tiempo de sobra para llegar a Posada de Valdeón.
Tras cruzar la vega, subir al Collado Remoña y bajar por el Sedo de Pedabejo, llegamos al Caben de Remoña, punto situado entre los valles del Liébana (Cantabria) y Valdeón (León). A partir de aquí, el itinerario gira 180º para regresar de nuevo a nuestro punto de partida del trekking.
Cardo de la Magdalena con dos mariposas Ícaros. |
También sorprendimos a otro tipo de mariposa, de mayor tamaño y mucho más popular que la anterior: La Mariposa Macaón (Papilio machaon). Esta bonita mariposa ocupa buena parte del continente eurasiático y norteamérica. La vimos ocupándose de las Merenderas (Colchicum montanum) de las praderas que, por cierto, anuncian ya la inminente llegada del otoño.
Mariposa Macaón (Papilio machaon). |
Escarabajo Tigre (Cicindela campestris). |
Por esta zona anda merodeando un Oso Pardo (Ursus arctos). Nos dimos cuenta por el hallazgo de este excremento, repleto de huesos de bayas.
Excremento de Oso Pardo. |
Llegamos así a la última jornada del trekking, entre Posada de Valdeón y Soto de Sajambre. Es la más larga de las cinco jornadas, pero también es la más suave, discurriendo en su mayor parte por el interior de densos bosques de frondosas.
La ruta sube hacia los Puertos de Dobres por Llampa Luenga, un bonito bosque de robles y hayas donde abundan el Arándano y el Brezo Vizcaíno (Daboecia cantabrica), arbusto endémico de la Cordillera Cantábrica.
Daboecia cantabrica. |
Babosa Común (Arion ater). |
Menta Silvestre (Mentha longifolia). |
Blechnum spicant. |
Cerca de aquí hay un chozo que nos sirve de refugio en caso de lluvia o tormenta.
A partir de aquí ya solo queda descender por la vereda hacia Vegabaño.
El calor es intenso, pero pronto localizamos un arroyo donde refrescarnos.
Y así, tras cinco días de caminata por los Picos de Europa, llegamos de regreso a Vegabaño y a Soto de Sajambre, dando por concluida la aventura. Pero antes de regresar a nuestros puntos de origen, pasamos por el Valle de Valdeón para visitar algunos de sus enclaves más interesantes, como el Chorco de los Lobos, la ermita Corona y Caín, cuna del alpinismo en España.
Chorco de los Lobos (Valle de Valdeón). |
Excrementos del Lobo Ibérico. |
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