domingo, 14 de agosto de 2016

Ascensión a Peñalara (Sierra de Guadarrama, Madrid)

Hoy nos han acompañado en nuestra aventura por el macizo de Peñalara Oscar, procedente de Madrid,  y Lucía, procedente de Huesca.
Para Oscar ha sido todo un reto porque, tal y como nos confesó antes de iniciar la ruta, esta era su primera ascensión a una montaña, y había elegido para tal cometido Peñalara por ser el techo de Madrid.
Lucía es una montañera experimentada, acostumbrada a los tres miles que hay en sus montañas, los Pirineos. Ha venido para conocer la Sierra de Guadarrama y, como no podía ser de otra manera, apostó por el reto de subir a su cumbre más elevada.
La jornada se nos ha dado muy bien y llegamos pronto a la cumbre. Un Buitre Negro (Aegypius monachus) voló por encima nuestro tan pronto como coronamos el Pico de Dos Hermanas, al lado de Peñalara. También vimos a la Lagartija Carpetana (Iberolacerta cyreni), que se nos apareció varias veces durante toda la travesía.
Esta vez no tuvimos suerte con la Chova Piquirroja ni con la Cabra Montés, que no aparecieron en toda la jornada, debido seguramente a la gran cantidad de turistas que suben a Peñalara en un domingo como hoy. El que sí apareció fue el Buitre Leonado (Gyps fulvus), que se nos dejó ver en varias ocasiones.
También vimos varias veces a la Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica) correteando entre las piedras de los canchales.
Después de realizar las fotografías de rigor en la cumbre de Peñalara, iniciamos el descenso por el vertiginoso Risco de los Claveles.
Es uno de los principales atractivos de esta ruta, la travesía por uno de los pasos más aéreos que nos ofrecen estas discretas montañas.
A pesar de la sensación permanente de vacío, tanto Oscar como Lucía realizaron la crestería sin apenas inmutarse.
Todo un mérito para Oscar, que siendo su primera montaña, atravesó sin problemas uno de los pasos más complicados de la Sierra de Guadarrama.
No pasamos por alto la presencia de un Acentor Alpino (Prunella collaris), que se nos dejó ver en el Risco de los Pájaros, ni la del curioso helecho Cryptogramma crispa, un helecho alpino que solo aparece en las cumbres más elevadas de los principales sistemas montañosos de España: Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central y Sierra Nevada.
Cryptogramma crispa.
También les mostramos el Tomillo Rastrero, conocido como el "Serpol Serrano" (Thymus praecox), una plantita alpina que se encuentra aquí en el límite meridional de su distribución. 
Serpol Serrano (Thymus praecox).
En cuanto llegamos a la Laguna de los Pájaros nos dispusimos a realizar un merecido descanso. Mientras estábamos sentados, vimos pasar a un Buitre Negro acompañado de dos Alimoches (Neophron percnopterus), y a un Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus).
Examinamos las aguas de esta laguna glaciar y encontramos a una de las especies más interesantes del complejo lagunar del Macizo de Peñalara: Branchipus, un pequeño crustáceo de apenas 2 cm. de longitud, una curiosa criatura que nada en las aguas "boca arriba", un auténtico fósil viviente.
Branchipus sp. 
A simple vista, las turberas no parecen nada extraordinario, pero estos pequeños ecosistemas guardan un gran secreto: La existencia de plantas carnívoras. Se trata de plantas muy sofisticadas que se las han ingeniado para obtener nitrógeno mediante la ingestión de pequeños insectos. 
Drosera rotundifolia.
El itinerario nos condujo a lo largo del complejo lagunar de Peñalara, el más importante de los humedales de la Comunidad de Madrid. Durante el recorrido pudimos ver a la Collalba Gris (Oenanthe oenanthe), casi siempre presente en esta zona.
Y así llegamos al Circo de Peñalara, que nos regaló una de las estampas más alpinas de las que podemos encontrar en la Sierra de Guadarrama.

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