Había mucha expectación entre los grupos que conducimos durante las noches del 11 y 12 de agosto, por disfrutar del espectáculo de las "Lágrimas de San Lorenzo". Para ello teníamos preparada una actividad especial, una ascensión nocturna al Monte Abantos para contemplar las Perseidas desde uno de los mejores escenarios posibles de la Sierra de Guadarrama. Nuestro objetivo es conducir al grupo a una pradera situada a más de 1.700 m. de altitud, alejada de la contaminación lumínica y con vistas a la constelación de Perseo, punto radiante del que provienen la mayoría de los meteros.
Estelas de meteoros pueden verse durante todo el año, pero desde mediados de julio hasta finales de agosto, es muy activa la lluvia de meteoros procedentes del cometa 109P/Swift-Tuttle, siendo entre los cuatro o cinco días anteriores y posteriores al 11 de agosto cuando se produce la mayor actividad meteórica. Cada vez que La Tierra cruza por la nube de partículas que este cometa va dejando en su órbita, aparecen esas fantásticas Perseidas.
Después de cenar nos acercamos a las praderas donde nos tumbamos para contemplar el firmamento en espera de las ansiadas Perseidas. Volver nuestros ojos al cielo tratando de entender lo que vemos en él nos ayuda a redescubrir nuestro vínculo original con el Universo. No olvidemos que de él procedemos, que somos parte de él y que debemos tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos como especie humana de contribuir dignamente a su evolución.
Tan pronto como dimos por concluido el espectáculo, nos acercamos a la cumbre del Monte Abantos, que estas noches de verano ofrece una panorámica excepcional.
En el Monte Abantos son especialmente abundantes las Arañas Lobo (Lycosa sp.), que aprovechan las noches para salir a cazar.
Lycosa sp. |
Cerambyx sp. |
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