La nieve ha llegado hoy al Monte Abantos, nuestra montaña, que luce un aspecto muy poco habitual.
Es el momento de sacar las raquetas de nieve y descubrir cómo está el histórico bosque del Monte Abantos. Nos acompañan en la aventura Valentina y Lea, que pese a las condiciones puramente invernales que se dan allí arriba, estás dispuestas a todo con tal de vivir una auténtica experiencia.
De primeras, nos quedamos sorprendidos por la impresionante nevada durante la ascensión al Puerto de Malagón.
El Pinar de Abantos, azotado hoy por los vientos gélidos del norte, luce un aspecto increíble.
Arriba en la cresta sopla el viento con tanta fuerza que dudamos mucho que podamos acercarnos por allí.
El Pinar de Abantos, azotado hoy por los vientos gélidos del norte, luce un aspecto increíble.
Arriba en la cresta sopla el viento con tanta fuerza que dudamos mucho que podamos acercarnos por allí.
Optamos por comenzar a subir desde el Refugio de Los Llanillos, donde la nieve es ya abundante y nos permite ascender con las raquetas puestas.
La ladera y el bosque nos resguarda del viento del norte. A medida que vamos cogiendo altura se va abriendo ante nosotros un panorama impresionante.
A la altura del Cerro de la Cabeza la ventisca es tan fuerte que la nieve se acumula en nuestra ladera formando espesores de más de un metro.
Las condiciones son especialmente difíciles en esta zona. El viento es tan intenso que borra cualquier tipo de huella. No obstante, hemos podido reconocer varios rastros de Jabalíes y Corzos, que deben estar sorprendidos por semejante nevada.
Buscamos un lugar donde resguardarnos del gélido viento, que nos azota sin cesar.
Finalmente logramos resguardarnos tras unas rocas, desde donde podemos descansar mientras contemplamos el paisaje.
A la altura del Cerro de la Cabeza la ventisca es tan fuerte que la nieve se acumula en nuestra ladera formando espesores de más de un metro.
Buscamos un lugar donde resguardarnos del gélido viento, que nos azota sin cesar.
Finalmente logramos resguardarnos tras unas rocas, desde donde podemos descansar mientras contemplamos el paisaje.
Este vídeo refleja muy bien las sensaciones vividas en un día para el recuerdo. No recordamos un día así el Monte Abantos en los últimos diez años.
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