Es un proceso largo que trae consigo disputas constantes entre los machos, disputas que pueden desembocar en largas batallas cuando las fuerzas entre ambos contrincantes son muy igualadas.
Ese es precisamente el espectáculo que hemos venido a buscar hoy en la Sierra de Guadarrama, una expedición a la que se han apuntado Javier y Carlos (procedentes de Valladolid), y Santiago y Juan Carlos (procedentes de Madrid).
Un temporal de nieve ha cubierto de blanco la Sierra de Guadarrama durante este fin de semana, obligándonos a suspender las dos salidas que estaban programadas. Sin embargo, hoy lunes ha salido el sol y emprendemos la actividad con la esperanza de encontrar algún grupo de la Cabra Montés.
Las condiciones no son precisamente las más favorables, por la copiosa nevada caída durante el fin de semana. En tales condiciones, optamos por realizar la aproximación a la zona de observación equipados con las raquetas de nieve.
El panorama no deja de ser espectacular, pero a medida que nos vamos aproximando al área donde supuestamente estarían las cabra, va entrando la niebla y se nos complica aun más la visibilidad.
No detectamos ni un solo rastro de los numerosos rebaños de Cabra Montés que suelen habitar en estas peñas. Solo hemos podido identificar las huellas del Zorro (Vulpes vulpes), y un par de Buitre Negros (Aegypius monachus) que vimos volar, nada más.
Ese es precisamente el espectáculo que hemos venido a buscar hoy en la Sierra de Guadarrama, una expedición a la que se han apuntado Javier y Carlos (procedentes de Valladolid), y Santiago y Juan Carlos (procedentes de Madrid).
Un temporal de nieve ha cubierto de blanco la Sierra de Guadarrama durante este fin de semana, obligándonos a suspender las dos salidas que estaban programadas. Sin embargo, hoy lunes ha salido el sol y emprendemos la actividad con la esperanza de encontrar algún grupo de la Cabra Montés.
Las condiciones no son precisamente las más favorables, por la copiosa nevada caída durante el fin de semana. En tales condiciones, optamos por realizar la aproximación a la zona de observación equipados con las raquetas de nieve.
El panorama no deja de ser espectacular, pero a medida que nos vamos aproximando al área donde supuestamente estarían las cabra, va entrando la niebla y se nos complica aun más la visibilidad.
No detectamos ni un solo rastro de los numerosos rebaños de Cabra Montés que suelen habitar en estas peñas. Solo hemos podido identificar las huellas del Zorro (Vulpes vulpes), y un par de Buitre Negros (Aegypius monachus) que vimos volar, nada más.
A pesar de ello, han disfrutado de una estupenda ruta con las raquetas de nieve con excepcionales panorámicas de la Sierra de Guadarrama.
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