Las Cabezas de Hierro constituyen el principal "obstáculo" de la Cuerda Larga, la mítica ruta del montañismo madrileño. Con 2.381 m. y 2.374 m. de altitud respectivamente, son las mayores cumbres de la Sierra de Guadarrama, excluyendo al vecino Macizo de Peñalara.
Nos acompaña para su ascensión un nutrido grupo de montañeros, procedentes de diversas zonas de Madrid: Noelia & Alberto (Mataelpino), Óscar (Madrid), Laura (Fresnedillas de la Oliva), Jorge (El Escorial) y María (San Lorenzo de El Escorial).
Partimos del Puerto de Cotos con dirección al Circo de las Cerradillas, en la cara norte de las Cabezas de Hierro.
Atravesamos uno de los pinares más densos y añejos de la Sierra de Guadarrama: El Pinar de los Belgas. Debe su nombre a la Sociedad Belga de El Paular, empresa encargada de su explotación maderera, desde el año 1837. Su actividad representa un claro ejemplo de explotación forestal sostenible, uno de los pocos que existen en nuestro país.
El deshielo primaveral se hace evidente en los arroyos y ríos que se precipitan por las laderas con su máximo caudal.
Los arroyos bajan tan cargados de agua que en ocasiones tenemos que improvisar pasos asequibles para buscar el itinerario más cómodo.
Hemos tenido que atravesar algunos neveros, los últimos de la temporada de un invierno que ha sido uno de los más suaves de los últimos años.
A la altura del Circo de las Cerradillas el bosque desaparece por el efecto de la altitud y da paso al matorral y a los pastos subalpinos propios del piso oromedietrráneo.
Al norte contemplamos el macizo de Peñalara, formado por la Peña Citores (izquierda), Dos Hermanas (centro) y Peñalara (derecha).
Un pequeño descanso antes de coronar la cumbre se presta necesario para reponer fuerzas y respirar el aire puro de la montaña. Todavía no hemos visto ni una sola Cabra Montés, pero sí que hemos visto volar sobre nosotros a varios buitres, tanto Leonados como Negros.
Tras tres horas de ascensión, alcanzamos la cumbre de la Cabeza de Hierro Mayor (2.381 m.), la segunda cumbre más elevada de la Sierra de Guadarrama.
La vecina Cabeza de Hierro Menor tan solo se queda unos metros por debajo que la "hermana" Mayor (2.374 m.).
En ambas cumbres vive de manera discreta el Topillo Nival (Chionomys nivalis), un roedor perfectamente adaptado a la vida en la Alta Montaña. No lo vimos, pero sí que vimos a la Collalba Gris (Oenanthe oenanthe).
Todavía es pronto para contemplar la flora alpina de estas montañas en todo su esplendor, pero ya aparecen las primeras florecillas de una de las especies más características: El Estátice Erizo (Armeria caespitosa), un bonito endemismo del Sistema Central.
Otro de los "ilustres" habitantes de esta montaña es la Lagartija Carpetana (Iberolacerta cyreni), también endémica del Sistema Central.
Caminamos por la Cuerda Larga en dirección a La Bola del Mundo, haciendo parada para comer en el Ventisquero de La Condesa, el último gran nevero de la sierra que se puede contemplar desde la capital. Aquí es donde nace el río Manzanares.
Por fin se dejaron ver las Cabras Montesas (Capra pyrenaica victoriae). Por estas fechas, los rebaños de machos suben a las cotas más altas, mientras que las hembras y sus crías se quedan en los valles bajos.
Después de comer afrontamos los últimos metros de ascensión hacia el Cerro de las Guarramillas.
Allí se encuentra la "Bola del Mundo", la primera antena repetidora de Televisión Española. Debe su nombre a la primera imagen que se vio en las televisiones en aquella primera emisión de 1959, un globo terráqueo con una antena emitiendo ondas desde el centro de la Península Ibérica. Desde entonces, el cerro de Las Guarramillas es popularmente conocido como "La Bola del Mundo".
Desde sus 2.246 m. de altitud parte un sendero hacia el norte que discurre a lo largo de la Loma del Noruego, llevándonos de nuevo al Puerto de Cotos.
Aquel noruego se llamaba Birger Sörensen. Llegó a Madrid a principios del siglo XX para encargarse de su empresa familiar, vinculada con al Sociedad Belga de El Paular. A él se debe el nacimiento del deporte del esquí en España.
Partimos del Puerto de Cotos con dirección al Circo de las Cerradillas, en la cara norte de las Cabezas de Hierro.
A la altura del Circo de las Cerradillas el bosque desaparece por el efecto de la altitud y da paso al matorral y a los pastos subalpinos propios del piso oromedietrráneo.
Estátice Erizo (Armeria caespitosa). |
Lagartija Carpetana (Iberolacerta cyreni). |
Allí se encuentra la "Bola del Mundo", la primera antena repetidora de Televisión Española. Debe su nombre a la primera imagen que se vio en las televisiones en aquella primera emisión de 1959, un globo terráqueo con una antena emitiendo ondas desde el centro de la Península Ibérica. Desde entonces, el cerro de Las Guarramillas es popularmente conocido como "La Bola del Mundo".
Un gran día de montaña, con muy buenos compañeros y un guía fenomenal. Experiencia totalmente recomendable!
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