Hoy nos desplazamos a la comarca de La Moraña, al norte de la provincia de Ávila, para disfrutar de la llegada a la Península Ibérica de nuestras amigas europeas las Grullas.
Nos acompañan Zulima, Francisca, Florencia, Leandro y Jorge. Lo primero que hacemos nada más llegar es realizar una visita guiada al magnífico Centro de Interpretación de las Lagunas de La Moraña.
Se trata de un amplio espacio de interpretación que cuenta con grandes paneles explicativos temáticos, maquetas, exposiciones, audiovisuales...
Para ponernos en situación, el centro nos proyecta un mini-documental con fantásticas imágenes de los humedales, realizado por el prestigioso fotógrafo de naturaleza Jose Luis Rodríguez.
El centro es una auténtica maravilla. A través de su mirador se puede contemplar la inmensa llanura de La Moraña, campos agrícolas entre los que se sitúan las lagunas esteparias.
Tras la visita al centro realizamos un breve paseo rural para conocer algunos de los rincones más populares de este pueblo. Además del museo etnográfico al aire libre, el municipio es conocido por el verraco de los Vetones que, según cuenta la leyenda, representa la figura de un Oso.
A continuación realizamos la excursión ornitológica por el entorno de las lagunas esteparias durante la cual, visitaremos dos observatorios.
En el primero de ellos aprovechamos para comer, mientras contemplamos las aves que se encuentran en las lagunas.
Pequeños grupos de Grullas (Grus grus) permanecen apartados de la laguna, a una cierta distancia del grupo de los Gansos (Anser anser) y Azulones (Anas platyrhynchos) que ocupan los márgenes del humedal. También logramos divisar algunas Avefrías (Vanellus vanellus) y un Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus) en plena faena de caza.
Tras el almuerzo, continuamos por el itinerario que discurre entre los campos agrícolas. Bisbitas y Alondras revolotean a nuestro alrededor a medida que avanzamos por los caminos.
Además de numerosas huellas de Grullas, distinguimos el inconfundible rastro de un zorro.
Pero el zorro no es el único carnívoro que se pasea por aquí. Localizamos también el rastro de un Tejón que caminaba bastante rápido. Podemos imaginarnos el trasiego que llevan estos caminos durante la oscuridad de la noche.
En los campos próximos levantan el vuelo pequeños grupos familiares de Grullas. Acuden a los campos y encinares próximos en busca de semillas y bellotas.
El paisaje agrario ha obligado a la vida silvestre a adaptarse a vivir ligado a los linderos, barbechos, eriales y humedales. Es muy importante que las labores agrícolas contribuyan al mantenimiento de la vida silvestre, manteniendo intacta la vegetación de los márgenes de los campos.
El uso de herbicidas y plaguicidas es uno de los principales riesgos de contaminación que puede afectar a la calidad de las aguas de los humedales.
Llegamos a tiempo al segundo observatorio para realizar una nueva inspección de la laguna. Poco a poco, los Azulones levantan el vuelo, quizás para alejarse del "jaleo" de las Grullas que están por llegar.
Durante el ocaso es cuando comienzan a llegar las grandes bandadas de Grullas procedentes de los campos próximos.
Vienen a pasar la noche a la laguna más de un millar de Grullas. Verlas llegar durante el ocaso es un espectáculo de la naturaleza que levanta pasiones entre los ornitólogos de toda Europa.
Nos acompañan Zulima, Francisca, Florencia, Leandro y Jorge. Lo primero que hacemos nada más llegar es realizar una visita guiada al magnífico Centro de Interpretación de las Lagunas de La Moraña.
Para ponernos en situación, el centro nos proyecta un mini-documental con fantásticas imágenes de los humedales, realizado por el prestigioso fotógrafo de naturaleza Jose Luis Rodríguez.
El centro es una auténtica maravilla. A través de su mirador se puede contemplar la inmensa llanura de La Moraña, campos agrícolas entre los que se sitúan las lagunas esteparias.
Tras la visita al centro realizamos un breve paseo rural para conocer algunos de los rincones más populares de este pueblo. Además del museo etnográfico al aire libre, el municipio es conocido por el verraco de los Vetones que, según cuenta la leyenda, representa la figura de un Oso.
A continuación realizamos la excursión ornitológica por el entorno de las lagunas esteparias durante la cual, visitaremos dos observatorios.
Pequeños grupos de Grullas (Grus grus) permanecen apartados de la laguna, a una cierta distancia del grupo de los Gansos (Anser anser) y Azulones (Anas platyrhynchos) que ocupan los márgenes del humedal. También logramos divisar algunas Avefrías (Vanellus vanellus) y un Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus) en plena faena de caza.
Tras el almuerzo, continuamos por el itinerario que discurre entre los campos agrícolas. Bisbitas y Alondras revolotean a nuestro alrededor a medida que avanzamos por los caminos.
Además de numerosas huellas de Grullas, distinguimos el inconfundible rastro de un zorro.
Pero el zorro no es el único carnívoro que se pasea por aquí. Localizamos también el rastro de un Tejón que caminaba bastante rápido. Podemos imaginarnos el trasiego que llevan estos caminos durante la oscuridad de la noche.
En los campos próximos levantan el vuelo pequeños grupos familiares de Grullas. Acuden a los campos y encinares próximos en busca de semillas y bellotas.
El uso de herbicidas y plaguicidas es uno de los principales riesgos de contaminación que puede afectar a la calidad de las aguas de los humedales.
Llegamos a tiempo al segundo observatorio para realizar una nueva inspección de la laguna. Poco a poco, los Azulones levantan el vuelo, quizás para alejarse del "jaleo" de las Grullas que están por llegar.
Durante el ocaso es cuando comienzan a llegar las grandes bandadas de Grullas procedentes de los campos próximos.
Vienen a pasar la noche a la laguna más de un millar de Grullas. Verlas llegar durante el ocaso es un espectáculo de la naturaleza que levanta pasiones entre los ornitólogos de toda Europa.