Regresamos a los Picos de Europa para realizar una de sus ascensiones más selectas y especiales: La Torre Bermeja.
Con sus 2.393 m. de altitud, la Bermeja forma parte del Macizo del Cornión, el Macizo Occidental de los Picos de Europa. Se trata de una ascensión bastante exigente, tanto por el elevado desnivel que hay que salvar como por algunos pasos técnicos y trepadas que hay que afrontar.
Nos acompañan cuatro fieles seguidores de nuestras aventuras: Marisa (Barajas, Madrid), Fabián (San Lorenzo de El Escorial, Madrid), Hugo (Pola de Laviana, Asturias) y Javier (Madrid).
Javier conoce muy bien los Picos de Europa, pero no pierde la pasión por estas montañas, una pasión que trata de contagiar al resto de los expedicionarios. Fabián y Javier coincidieron en la Torre de La Palanca, la reciente ascensión que realizamos en Picos el pasado mes de junio. Para Marisa es la primera incursión en el Macizo del Cornión, y para Hugo se trata de la primera toma de contacto con los Picos de Europa.
Foto: Javier Villaverde. |
Dominan en la roca unas acanaladuras separadas por estrías cortantes, fruto de la erosión causada por acción disolvente del agua de lluvia sobre la caliza. Se denominan lapiaces, y son muy frecuentes en los Picos de Europa.
Foto: Hugo Gómez. |
Tras cruzar la Canal de Pambuches llegamos al collado, engalanado como cada verano por estas fechas con abundantes Lirios de Montaña (Iris latifolia), endemismo cantabro-pirenaico.
Lirio de Montaña (Iris latifolia). |
Es inevitable asomarse por los impresionantes cortados que asoman desde el collado al Valle de Valdeón.
Continuamos el itinerario de la ascensión por los pedreros del Hoyo del Bufón, lugar donde sorprendimos a un par de Rebecos (Rupricapra rupicapra) correteando entre las piedras.
No dejamos de ver a lo largo de todo el camino flores muy interesantes, como los Cardos de La Magdalena (Erymgium bourgatii) y las Malvas de Montaña (Malva mochata).
En nuestra ascensión tratamos de evitar los pedreros de la Canal del Bufón trepando junto a las paredes de El Bolo.
En este tramo hay que extremar las precauciones, pues las rocas están muy sueltas y conviene chequear cada uno de los agarres para evitar sorpresas.
La progresión en estas condiciones es más lenta pero más segura y muy entretenida. El mayor peligro es provocar un desprendimiento, pero chequeando bien cada paso evitamos tirar piedras hacia abajo.
Subimos de forma paralela a la Canal del Bufón, junto a las paredes de El Bolo, disfrutando de unas vistas sobrecogedoras.
En esta imagen vemos los pedreros que caen por la canal y que tratamos de evitar con el uso de las manos.
El casco es una protección fundamental en lugares como este, donde los desprendimientos son bastante frecuentes.
Por fin alcanzamos vista a los Hoyos Llerosos y dejamos atrás la angosta Canal del Bufón.
Hacia el norte divisamos ya el azul inconfundible del Mar Cantábrico, con algunas nubes retenidas por la Sierra de Cuera.
Misión cumplida: Coronamos la cumbre de la Torre Bermeja a las 14:00 h., cinco horas después de iniciar la ascensión desde Posada de Valdeón.
En el entorno de la cumbre abundan las Siemprevivas Peludas (Sempervivum giuseppii), unas crasuláceas que crecen en suelos descarbonatados de los Picos de Europa.
Para el descenso hacia el Camino del Burro tenemos que salvar los vertiginosos pasos entre la Bermeja y los Moledizos.
La caliza en esta zona sufre un profundo proceso de desgaste que convierte al terreno en un suelo de lo más inestable, lo que nos obliga a extremar de nuevo las precauciones.
Continuamos el itinerario de la ascensión por los pedreros del Hoyo del Bufón, lugar donde sorprendimos a un par de Rebecos (Rupricapra rupicapra) correteando entre las piedras.
Foto: Hugo Gómez. |
No dejamos de ver a lo largo de todo el camino flores muy interesantes, como los Cardos de La Magdalena (Erymgium bourgatii) y las Malvas de Montaña (Malva mochata).
Cardos de La Magdalena y Malvas de Montaña. Foto: Javier Villaverde. |
F doto: Hugo Gómez. |
En este tramo hay que extremar las precauciones, pues las rocas están muy sueltas y conviene chequear cada uno de los agarres para evitar sorpresas.
La progresión en estas condiciones es más lenta pero más segura y muy entretenida. El mayor peligro es provocar un desprendimiento, pero chequeando bien cada paso evitamos tirar piedras hacia abajo.
Subimos de forma paralela a la Canal del Bufón, junto a las paredes de El Bolo, disfrutando de unas vistas sobrecogedoras.
En esta imagen vemos los pedreros que caen por la canal y que tratamos de evitar con el uso de las manos.
Por fin alcanzamos vista a los Hoyos Llerosos y dejamos atrás la angosta Canal del Bufón.
Hacia el norte divisamos ya el azul inconfundible del Mar Cantábrico, con algunas nubes retenidas por la Sierra de Cuera.
Misión cumplida: Coronamos la cumbre de la Torre Bermeja a las 14:00 h., cinco horas después de iniciar la ascensión desde Posada de Valdeón.
En el entorno de la cumbre abundan las Siemprevivas Peludas (Sempervivum giuseppii), unas crasuláceas que crecen en suelos descarbonatados de los Picos de Europa.
Sempervivum giuseppii. |
La caliza en esta zona sufre un profundo proceso de desgaste que convierte al terreno en un suelo de lo más inestable, lo que nos obliga a extremar de nuevo las precauciones.
Superados los peligros dejamos atrás a la impresionante mole de La Bermeja y conducimos los pasos hacia la Canal del Perro.
Foto: Javier Villaverde. |
Foto: Javier Villaverde. |
Por fin llegamos a Posada de Valdeón a las 19:00 h. de la tarde, sanos y salvos, y orgullosos de una gesta inolvidable.
Recogemos en este vídeo-montaje algunas de las secuencias de esta expedición a la Torre Bermeja:
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