martes, 2 de mayo de 2017

Ascensión al Cerro de Cueva Valiente (Ávila).

Martes 2 de mayo, festivo en la Comunidad de Madrid. Hoy nos dirigimos al Cerro de Cueva Valiente, en la Sierra de Malagón, aledaña a la Sierra de Guadarrama. Nos acompañan Cristian (San Lorenzo de El Escorial) y Jorge (El Escorial).
Jorge es uno de nuestros clientes más habituales. Hace ya más de un año que se "enganchó" a la Naturaleza, y desde entonces no cesa en su empeño de descubrir y conocer nuevos aspectos de la vida salvaje. 
Cristian es estudiante de Gestión del Medio Natural, y ya nos ha acompañado en alguna otra ocasión. Hoy viene con su cuaderno de campo, interesado en conocer algunos elementos de la flora más característica de la Sierra de Guadarrama.
Uno de ellos es el Narciso de Roca (Narcissus rupicola), endémico de la Península Ibérica.
Narciso de Roca (Narcissus rupicola).
Mientras caminamos por el entorno del cerro, no perdemos detalle de lo que observamos a nuestro alrededor. Hemos visto un Buitre Negro (Gyps fulvus) levantando el vuelo muy cerca de nosotros, y a un grupo de Abejarucos (Merops apiaster) realizando un vuelo migratorio. Y en el suelo, nos hemos topado con todo un depredador: El Escarabajo Tigre (Cicindela campestris), un excelente cazador de otros insectos.
Escarabajo Tigre (Cicindela campestris).
La Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi), planta medicinal especialmente abundante en el Cerro de Cueva Valiente, presenta ya numerosas flores.
Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi).
El primer paso antes de alcanzar la cumbre del cerro es visitar la misteriosa caverna que le da nombre: Cueva Valiente. 
En el entorno de la cueva observamos algunas aves, como los Aviones Roqueros (Ptyonoprogne rupestris), que muy probablemente anidan cerca. 
El paisaje que rodea a la cueva es sobrecogedor; no es de extrañar que la llamen "Cueva Valiente", porque pocos son los que consiguen hallar su emplazamiento. 
Cristian sigue tomando nota mientras examinamos algunas de las plantas que nos vamos encontrando.
No podía faltar la Mosquitas Azules (Linaria elegans), otro endemismo ibérico, circunscrito al cuadrante noroccidental de la península, incluidos el Sistema Central y parte del Sistema Ibérico. 
Mosquitas Azules (Linaria elegans).
También es bastante frecuente el Narciso Pálido (Narcissus triandrus). 
Narciso Pálido (Narcissus triandrus).
Mientras Cristian y yo tomamos nota de la flora, Jorge observa con los prismáticos a las Collalbas Grises (Oenanthe oenanthe), que acaban de llegar de sus vuelos migratorios. Observamos también a la Bisbita Alpino (Anthus spinoletta) y al Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros). 
Rondando los 1.900 m. de altitud comienza a verse la Estátice Erizo (Armeria caespitosa), un endemismo exclusivo del Sistema Central. 
Estátice Erizo (Armeria caespitosa).
El Cerro de Cueva Valiente, con sus 1.903 m. de altitud, es la cumbre más elevada de la Sierra de Malagón. 
Otra de las flores que observamos cerca de la cumbre es Murbeckiella boryi (anteriormente Arabis carpetana), una crucífera ligada a las montañas silíceas. 
Murbeckiella boryi.
A los pies del refugio de Cueva Valiente reconocemos también a la Hierba de San Roberto (Geranium robertianum), caracterizada por el color rojizo del tallo y las hojas basales.
Geranium robertianum.
Para el regreso al Collado del Hornillo, donde iniciamos la ruta de ascensión, tomamos un itinerario alternativo que nos permita reconocer algunas de las huellas que dejó la Guerra Civil en estas montañas.
Aquí se encuentran esparcidos varios búnkers y numerosos restos de nidos de ametralladora. 
  
Nos hacemos a la idea de las escaramuzas que se produjeron aquí durante la contienda.
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