Asiya nos cuenta que los Pinares de Guadarrama le recuerdan mucho a los bosques del Cáucaso, de donde ella procede.
En el interior de la cueva nos esperaban cientos de miles de moscas que parece encontraron refugio en la oscuridad de la caverna frente al calor del exterior. Mientras comíamos, les contamos a nuestros expedicionarios las múltiples historias que giran en torno al origen de esta caverna, que sirvió durante años de refugio para los bandoleros que atracaban a los viajantes que cruzaban por el Alto del León.
Sobre las hojas de la Gayuba (Arctostaphyllos uva-ursi) sorprendimos a una hembra de la Chicharra de Montaña (Lluciapomaresius stalii), una de las especies descubiertas por el gran naturalista español Ignacio Bolívar.
Alcanzamos la cumbre sin problemas para nuestros clientes, quienes disfrutaron de las enormes vistas que ofrece la montaña más elevada de la Sierra de Malagón.
Durante la ruta hemos visto volar sobre nuestras cabezas al Buitre Leonado (Gyps fulvus) y varios Gavilanes (Accipiter nissus). Y dentro del pinar no faltaron el Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs), los Trepadores (Sitta europaea), el Mirlo Común (Turdus merula) y el Pito Real (Picus viridis).
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