domingo, 26 de junio de 2016

Ascensión a Cabeza de Hierro (Sierra de Guadarrama, Madrid)

Con sus 2.381 m. de altitud Cabeza de Hierro es la segunda montaña más elevada de la Sierra de Guadarrama. Pero lo que más nos gusta de esta montaña es la gran biodiversidad que atesora, sobretodo en su ladera norte, que es por donde la ascendemos.
Para iniciar la ascensión tenemos que cruzar uno de los pinares más densos y maduros de la Sierra de Guadarrama, el popularmente conocido como "Pinar de los Belgas". La explotación maderera de estos pinares fue adquirida por una sociedad civil belga en el año 1837, pero lo cierto es que hoy día este pinar representa un claro ejemplo de explotación maderera sostenible. 
Uno de los habitantes habituales de estos bosques es el Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs), que vimos bañarse sobre las aguas del arroyo de las Guarramillas. En el cielo, vimos volar a varios Buitres Leonados (Gyps fulvus) y Negros (Aegypius monachus). Pero el animal que estábamos deseando ver es la gran Cabra Montés (Capra pyrenaica victoriae). 
Fue reintroducida en la Sierra de Guadarrama en el año 1989, y hoy goza de una gran población, cercana a los 3.000 ejemplares. 
Teresa, una de nuestras clientes más fieles, no ha salido de su asombro al contemplar de cerca a estos grandes ungulados de nuestra fauna. 
El éxito de esta población se debe sin duda a la ausencia total de depredadores. A falta del depredador natural que debería ser el Lobo Ibérico, la Cabra Montés extiende sus dominios de manera imparable, y solo el hombre ejerce un control que podríamos calificar de "discutible". 
Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica). 
Otro animal que no faltó a la cita fue la Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica), muy común en la Cuerda Larga y en toda la sierra. También se dejó ver la Lagartija Carpetana (Iberolacerta cyreni), endémica del Sistema Central. 
También esperábamos encontrar a otro de los ilustres habitantes de las cumbres de la Cuerda Larga, el Topillo Nival (Chionomys nivalis), pero en esta ocasión no hizo acto de presencia. A los que sí vimos claramente fueron al Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros), a la Collalba Gris (Oenanthe oenanthe) y al Acentor Alpino (Prunella collaris). 
Campanillas (Campanula herminii).
Con respecto a la flora, destacar la abundancia de Campanillas (Campanula herminii) y de Botones Azules (Jasione crispa), además de la Estátice Erizo (Armeria caespitosa). Pero la planta que más nos interesaba encontrar era Cryptogramma crispa, un helecho alpino que se comporta como pionero en la colonización de los canchales graníticos. 
Cryptogramma crispa.

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