sábado, 14 de diciembre de 2019

Humedal de Los Arroyos (El Escorial, Madrid).

A escasos kilómetros de El Escorial, en el pie de monte de la Sierra de Guadarrama, existen varios humedales que constituyen un refugio de gran importante para multitud de especies de animales y plantas. 
Embalse de Los Arroyos
Uno de ellos es el Humedal de Los Arroyos, que aunque tiene un carácter artificial (es un pequeño embalse), está catalogado por la Comunidad de Madrid y goza de cierto grado de protección.  
Embalse de Los Arroyos
El Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo) es uno de sus principales habitantes. Cada vez son más los cormoranes que vienen a invernar a la Península Ibérica, y muchos de ellos son ya residentes habituales de los humedales del interior de la península

Embalse de Los Arroyos
No hace falta decir que son excelentes buceadores y pescadores. Su habilidad para la pesca es extraordinaria. Cuando no están sumergidos se exponen al sol con las alas extendidas para secarse.
Embalse de Los Arroyos
Aunque se les puede ver en los ríos, tienen especial predilección por los grandes embalses del centro y sur peninsular, donde encuentran nutridas poblaciones de peces para alimentarse. 
Embalse de Los Arroyos
Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo).
El Ánade Real (Anas platyrhynchos) también es frecuente y abundante. Siempre se le ve en grupos mixtos, normalmente con más hembras que machos.
Embalse de Los Arroyos
Ánade Real (Anas platyrhynchos).
Son muy discretos en sus movimientos, tienden a alejarse tan pronto como alguien se acerca a la orilla donde reposan.
Embalse de Los Arroyos
La Gallineta Común (Gallinula chloropus), popularmente conocida como la "Polla de Agua", es todavía más discreta y se esconde muy bien entre los cañaverales.
Embalse de Los Arroyos
Gallineta Común (Gallinula chloropus).


Dependiendo de las épocas del año (y de la suerte de los rastreadores), es fácil encontrarse por aquí Gaviotas, algún Martinete, Garzas Reales, Gansos, Garcillas Comunes, otro tipo de patos, tarros... 
Embalse de Los Arroyos
Otro de los habitantes "ilustres" de este humedal es el Galápago Europeo (Emys orbicularis). Como buenos reptiles que son, salen a tomar el sol a orillas del humedal, permaneciendo inmóviles durante horas mientras se les calienta el cuerpo.
Embalse de Los Arroyos
Parece que poco a poco la especie se recupera del declive que han ido sufriendo durante las últimas décadas.
Embalse de Los Arroyos
Galápago Europeo (Emys orbicularis).

sábado, 7 de diciembre de 2019

Valle de Anciles: Fiordos Leoneses (Riaño, León).

Regresamos a uno de los territorios más salvajes y aislados de la Cordillera Cantábrica: El Valle de Anciles, en el corazón de la Montaña de Riaño (León). 
Valle de Anciles
La Fundación True Nature, en colaboración con el Ayuntamiento de Riaño, trabaja en un programa para la re-introducción del Bisonte Europeo en la Cordillera Cantábrica. Nuestro objetivo es avistar en el valle a este fascinante animal, el mayor mamífero del continente europeo, que no hace mucho tiempo poblaba estas montañas.
Valle de Anciles
Fotografía: Alberto Navas.
Partimos de Liegos, en el municipio de Acebedo, vecino de Riaño. Aquí iniciamos un largo recorrido a través del Valle de San Pelayo, al norte del Pico Yordas.
Valle de Anciles
Un Buitre Leonado posa en una roca junto a una Urraca. Los buitres se fijan en las Urracas y en los Cuervos porque allí donde hay carroña, son los primeros en acudir. 
Valle de Anciles
Fotografía: Alberto Navas.
Una vez más volvemos a "chocar" con una actividad totalmente incompatible con el Ecoturismo: La caza. Una montería de Jabalí en el valle nos ha privado de disfrutar de un hermoso paseo por el hayedo, obligándonos a transitar únicamente por la pista forestal. 
Valle de Anciles
Pero ello no ha impedido que pudiéramos realizar algunos avistamientos de la fauna, como estos ciervos que merodeaban por el matorral. 
Valle de Anciles
Fotografía: Alberto Navas.
Tras alcanzar el Collado de Anciles, situado a 1.375 m. de altitud, nos adentramos de lleno en el Valle de los Bisontes.
Valle de Anciles
Una señal de peligro nos avisa de la presencia en este lugar de "animales peligrosos en libertad".
Valle de Anciles
Al fondo del valle vemos el macizo del Gilbo, que luce un aspecto muy diferente al que muestra desde Riaño.
Valle de Anciles
En realidad el Bisonte Europeo no es tan peligroso como parece, pero no conviene bajar la guardia en ningún momento, porque no dejan de ser animales impredecibles. 
Valle de Anciles
Además de Bisontes, en el Valle de Anciles se están criando Caballos de la raza autóctona Pottoka, caballos de pequeña envergadura que durante el Paleolítico vivían en manadas salvajes a lo largo de toda la Cordillera Cantábrica hasta los Pirineos. 
Valle de Anciles
Fotografía: Alberto Navas.
También se están criado aquí Búfalos de Agua (Bubalus bubalis), originarios de Asia, e introducidos en Europa hace siglos. En Italia se crían como ganado doméstico para producir la mozzarella.
Valle de Anciles
Hacemos un alto en el camino para observar a estos animales y para reponer fuerzas. 
Valle de Anciles
Al otro lado del valle vemos la Peña Las Pintas y el Pico Llerenes, con sus abruptas laderas cubiertas de nieve.
Valle de Anciles
Tan pronto como continuamos con el itinerario avistamos a los tres únicos bisontes que viven actualmente en el valle. 
Valle de Anciles
Se trata de un gran macho, "Aragorn", acompañado de las hembras "Mura" y "Tendeña". También estaba "Barlog", otro macho que logró escaparse de la reserva y, por desgracia, falleció poco después de ser sedado por los veterinarios. Todos ellos llegaron aquí en el año 2017, procedentes de una reserva de Valencia donde a punto estuvieron de morir por desnutrición.
Valle de Anciles
Nos sentamos a una distancia prudencial, pero ellos se acercaron poco a poco hacia donde estábamos, mientras nos miraban con curiosidad a la vez que pastaba de vez en cuando.
Valle de Anciles
Su sentido olfativo es excelente. Viven en pequeños rebaños familiares liderados por las hembras. Los machos son más solitarios, pero permanecen junto a los rebaños durante la época de celo, que suele ser entre los meses de agosto y septiembre.  
Valle de Anciles
Aunque por lo general son animales pacíficos, tienen un comportamiento marcadamente social y cuando sienten algún tipo de molestia pueden llegar a ser peligrosos. 
Valle de Anciles
La clave es permanecer en todo momento quietos y tranquilos mientras les tenemos delante, evitando cualquier tipo de gesto o maniobra que pueda incomodarles. 
Valle de Anciles
Permanecimos junto a ellos al menos media hora, y se mostraron tranquilos en todo momento. Aragorn, que en la anterior visita al valle se acercó en exceso a uno de nosotros, esta vez se limitó a pastar junto a sus compañeras. Fueron ellas las que esta vez parecían tener más curiosidad por nosotros. 
Valle de Anciles
Tras el encuentro con los bisontes, bajamos hacia el fondo del valle para alcanzar las aguas del embalse. 
Valle de Anciles
Allí nos recogerá el barco que nos llevará de regreso a Riaño a través de los llamados "Fiordos Leoneses". 
Valle de Anciles
Bajo estas aguas desaparecieron en el año 1987 nueve pueblos (Anciles era uno de ellos) de la Montaña Leonesa, por el "capricho" de un ministro que quiso "rematar una faena" de una ejecución iniciada por Franco en 1966.
Valle de Anciles
A pesar de la gran oposición de colectivos ecologistas y de las gentes de los pueblos afectados, el macroproyecto se materializó poco antes de que España tuviera que asumir la normativa europea que obligaba a la realización de estudios de evaluación del impacto ambiental. De haber sido así, es muy probable que el valle se hubiera salvado
Valle de Anciles
Este es el video-reportaje que recoge los mejores momentos de nuestra visita al valle...