domingo, 24 de febrero de 2019

Taller de Rastreo de Huellas y Señales (San Lorenzo de El Escorial, Madrid).

En las sociedades primitivas, cuando el hombre dependía de la caza para sus supervivencia, el oficio de "rastreador" tenía una gran importancia. Hoy, sin embargo, el hombre vive cada vez más alejado de la naturaleza, y el reconocimiento de las huellas y señales que dejan los animales no tiene mucho interés, salvo para los biólogos y naturalistas.
Estrenamos hoy nueva actividad en el catálogo de Talleres de Naturaleza, un taller muy especial con el que pretendemos despertar ese conocimiento ancestral, imprescindible para la comprensión y conservación de la naturaleza: El Taller de Rastreo de Huellas y Señales
Nos acompañan Aitor, Belén & Aritz (Las Rozas, Madrid), Jorge (El Escorial) y Fabián, Mayte, Iván y Jimena (San Lorenzo de El Escorial). Nuestro objetivo es rastrear el Bosque de Abantos para identificar las diferentes señales que deja su fauna terrestre. 
Hozaduras de Jabalí.
Lo primero que nos encontramos son las hozaduras de los Jabalíes (Sus scrofa). Se trata del indicio más evidente de los Jabalíes, resultado de la búsqueda incansable de uno de sus alimentos preferidos bajo tierra: Tubérculos y bulbos. En ocasiones, no dudan en levantar piedras con la fuerza de su hocico. 
Guarida del Ratón de Campo.
Estos montículos de tierra junto a unos orificios entre las rocas corresponden al Ratón de Campo (Apodemus sylvaticus).  Su guarida consiste en un sistema de galerías y cámaras-nido, a veces muy profundas (hasta un metro). Toda la tierra extraída la amontonan junto a los orificios de entrada y salida. 
Opilión en la mano de Aritz.
Mientras realizábamos el rastreo sorprendimos a esta curiosa criatura: Un Opilión, arácnido  inofensivo que vive en los bosques.
Tronco picoteado por los Pícidos.
La siguiente señal corresponde a los Pícidos, los dos pájaros carpinteros que viven en este bosque: El Pico Picapinos (Dendrocops major), y el Pito Real (Picus viridis). Buscan larvas y escarabajos que se alimentan de la madera muerta.
Letrina de Tejón.
A continuación nos encontramos con la letrina de un Tejón (Meles meles), un mustélido que acostumbra a depositar sus excrementos en pequeños orificios excavados sobre el terreno, en los bordes de su territorio. 
La identificación de la especie responsable de cada uno de los indicios requiere de un diagnóstico preciso con la ayuda de las guías de campo.
Mientras rastreábamos esta zona del bosque, tuvimos la grata sorpresa de ver a un pequeño grupo de corzos caminando con toda tranquilidad por una de sus veredas.
Excrementos de Corzo.
Y hablando de Corzos (Capreolus capreolus), no podían faltar sus excrementos, pequeñas bolitas negras depositadas normalmente en zonas próximas a sus comederos habituales. Con frecuencia los deposita mientras camina, de modo que podemos encontrarlos esparcidos a lo largo de una vereda. 
Cubil de Corzo.
No muy lejos de sus comederos se hallan sus dormideros. A diferencia de otros cérvidos, al Corzo le gusta remover la hojarasca para acostarse sobre el suelo desnudo. 
Taller de Ardilla.
Tampoco podía faltar uno de los indicios más evidentes de los bosques de coníferas: Los talleres de las Ardillas (Sciurus vulgaris). Los conos de los pinos forman parte de su dieta. Lo que hace normalmente es romper con los dientes las escamas para buscar las semillas, una tarea que realiza en una determinada posición sobre un árbol, de modo que lo que vemos en el suelo son las escamas sueltas y los conos roídos. 
A continuación nos dirigimos a las zonas más profundas del bosque para tratar de localizar otro tipo de indicios.
Revolcadero de Jabalí.
Así es como localizamos el revolcadero de un Jabalí. Los Jabalíes acostumbrar a darse baños de fango para protegerse la piel de las picaduras de insectos y parásitos. 
Excremento de Garduña.
Las Garduñas (Martes foina) son muy territoriales, y acostumbran a depositar sus excrementos en lugares elevados bien visibles. 
Excremento de Comadreja.
Las Comadrejas (Mustela nivalis) hacen lo mismo, pero sus excrementos son considerablemente más pequeños y finos. 

domingo, 17 de febrero de 2019

Ruta de los Pinares Llanos (Sierra de Malagón, Ávila).

De vuelta en los Pinares Llanos de Peguerinos, Espacio Natural de la Red Natura 2000 ubicado en pleno corazón de la Sierra de Malagón (Ávila).
Pinares Llanos de Peguerinos
Nos acompañan en esta ocasión Lilian desde San Lorenzo de El Escorial, Aitor desde Móstoles, Javier desde Getafe, y Oscar, Manuel y Mª Victoria, desde Madrid. 
Pinares Llanos de Peguerinos
De momento, poco rastro del invierno, tenemos un tiempo de lo más primaveral en pleno mes de febrero.
Pinares Llanos de Peguerinos
Visitamos en primer lugar el Mirador de La Naranjera, que nos abre panorámica al vecino Valle de Cuelgamuros, en cuyo interior se alza la Cruz de Los Caídos.  
Pinares Llanos de Peguerinos
A continuación, nos adentramos de lleno en el bosque de los Pinares Llanos. Muy cerca de este paraje fue donde Mariano de la Paz Graells descubrió la Mariposa Isabelina (Graellsia isabelae). Reconocimos sobre el terreno varios excrementos de ciervos, corzos y jabalíes.
Pinares Llanos de Peguerinos
La siguiente "sorpresa" de la ruta es la visita a la misteriosa "Cara de Peguerinos", obra de un cantero que, probablemente, fuera uno de los soldados del ejército republicano durante la Guerra Civil Española. 
Pinares Llanos de Peguerinos
A continuación seguimos la travesía por los pinares hasta el Monumento a la Mariposa Isabelina, único monumento en el mundo dedicado a un insecto.
Pinares Llanos de Peguerinos
Nos dirigimos ahora a las Canteras de Navalacuerda, testimonio histórico de las obras hidráulicas que se realizaban en España durante los siglos XVI y XVII.
Pinares Llanos de Peguerinos
En este tramo hemos espantado a un par de corzos. Pronto comenzamos a encontrar los primeros bloques de granito tallado.
Pinares Llanos de Peguerinos
Volando en lo alto del cielo, distinguimos el vuelo de tres Buitres Leonados acompañados de un Buitre Negro.
Pinares Llanos de Peguerinos
Aquí yacen abandonados cientos de grandes bloques tallados de granito, cuya misión era construir un acueducto para abastecer al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Pinares Llanos de Peguerinos
Al fondo vemos las aguas las embalse de Peguerinos o de La Aceña, que se encuentran a un nivel muy por debajo de lo que correspondería a estas fechas.  
Pinares Llanos de Peguerinos

domingo, 10 de febrero de 2019

Taller de Líquenes (San Lorenzo de El Escorial, Madrid).

Una vez más reunimos en San Lorenzo de El Escorial a un nutrido grupo de "científicos ciudadanos" que acuden a nuestro Taller de Líquenes para en conocer algo más sobre esos enigmáticos seres vivos del reino Fungi.
Taller de Líquenes
Mercedes, Manuela, Raúl y Luna han venido desde Salamanca, lo cual es para nosotros motivo de orgullo, sobretodo por demostrarse, una vez más, el interés que despiertan los líquenes entre la comunidad de biólogos y naturalistas de toda España. También han acudido Irene, Belén, Miguel & Ortega, que vienen desde Madrid
Taller de Líquenes
Para nosotros es un lujo contar entre los asistentes con Raúl de Tapia, biólogo y excelente comunicador, director de la Fundación Tormes-EB y colaborador habitual de "El Bosque Habitado", de Radio 3. Nos ha obsequiado, además, con su magnífico libro "Herbario sonoro", co-escrito con Joaquín Araújo. 
Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, desde el Bosque Real.
Tras una sesión de dos horas de teoría y otras dos horas de prácticas de laboratorio, nos desplazamos al Bosque Real con la intención de identificar a las especies más comunes que veamos. El Bosque Real de La Herrería es uno de los bosques más antiguos y mejor conservados de la Comunidad de Madrid. De modo que encontraremos por aquí una importante diversidad de especies, algunas de las cuales tienen una gran importancia, pues están amenazadas por los incendios forestales y el cambio climático.
Bosque Real de La Herrería.
La identificación precisa de las diferentes especies de líquenes requiere del conocimiento de una serie de caracteres morfológicos y anatómicos, pudiendo ser necesario, en algunos casos, el manejo de reactivos químicos y el uso de lupas y microscopios ópticos. 

Este muestreo va a servir para elaborar el "Catálogo Liquénico del Monte Abantos", que es uno de los proyectos que forman parte de nuestra Plataforma de Ciencia Ciudadana

Estos han sido los resultados de este muestreo:
  • Physconia venusta. Liquen foliáceo que se desarrolla sobre los troncos de corteza agrietada de varios tipos de árboles planifolios, como Fresnos y Robles. Los lóbulos  de este liquen están muy divididos, y presentan una delgada capa de pruína blanca, que se extiende también sobre los apotecios. Estos se caracterizan porque, con relativa frecuencia, poseen los márgenes crenulados e incluso lobulados, dándoles un aspecto de pequeñas florecillas. La cara inferior del talo es blanquecina en su mayor parte.
Physconia venusta.
  • Parmelia tiliacea. Es uno de los líquenes más abundantes, tanto en el Bosque de La Herrería como en el Pinar del Monte Abantos. Aparece formando grandes talos foliáceos de color gris, sobre el tronco de fresnos, robles, pinos, e incluso sobre las rocas. Destaca por su color gris claro y por los grandes lóbulos marginales. La presencia de abundantes isidios pardo-negruzcos que recubren buena parte de la superficie del talo ayuda en su identificación. Algunos talos están provistos de apotecios, pero estos son más bien raros en esta especie.
Parmelia tiliacea.
  • Parmelia glabra. Una de las grandes parmeliáceas del Bosque Mediterráneo, un liquen foliáceo de color verde oliváceo, que aparece cubriendo buena parte de las cortezas de encinas y robles. Los talos pueden llegar a crecer hasta formar grandes rosetas de varios centímetros de diámetro. Tiene la superficie lisa y brillante, y los apotecios grandes y numerosos. Se parece mucho a P. acetabulum, pero esta tiene la superficie más rugosa (son necesarios los test químicos para asegurar la identificación).
Parmelia glabra.
Parmelia glabra.
  • Collema furfuraceum. Se trata de un cianoliquen, liquen gelatinoso que lleva en su interior algas cianofíceas como fotosimbiontes, Nostoc en este caso. Los líquenes gelatinosos presentan una estructura anatómica muy diferente a la del resto de los líquenes. Hemos localizado algunos talos sobre la corteza de robles, talos generalmente poco desarrollados, de color verde oliváceo oscuro, casi negro en estado seco, con la superficie cubierta de pequeños isidios. 
Collema furfuraceum.
  • Lobaria scrobiculata. Este llamativo liquen constituye una de las grandes joyas botánicas del Bosque de la Herrería. Desarrolla grandes talos foliáceos que se asientan sobre musgos, con los lóbulos marginales levantados, y la superficie ondulada. En estado seco es de color verde amarillento, pero en estado húmedo adquiere una coloración gris azulada muy característica. Con frecuencia presenta soralios abundantes en los márgenes. Es una de las especies de líquenes más sensibles al manejo forestal y a la contaminación atmosférica, y creemos que debería estar catalogado en Peligro de Extinción. Su fotobionte es una cianobacteria, lo que le obliga a depender del agua en estado líquido para activar la fotosíntesis. Un reciente estudio revela que este liquen es capaz de cambiar su estrategia reproductora en función de las precipitaciones, de modo que en ambientes de prolongada sequía, tiende a producir más soralios para asegurar su población.  
Lobaria scrobiculata.
Lobaria scrobiculata.
  • Ramalina fraxinea. Liquen fruticuloso péndulo con lacinias anchas y robustas de superficie estriada, carentes de soredios, pero con la superficie fenestrada por numerosas pseudocifelas. Con frecuencia presenta grandes apotecios, dispersos a lo largo de las lacinias. Cuando sus lacinias y apotecios alcanzan grandes tamaños, se habla de la variedad luxurians ("lujuriosa"). Suele confundirse con R. farinacea, más pequeña, que presenta soredios abunantes y rara vez apotecios.
Ramalina fraxinea.
  • Ramalina farinacea. Uno de los líquenes fruticulosos más habituales de los árboles planifolios. Se caracteriza por la rigidez de sus lacinias planas y por la presencia de soredios en los márgenes de las lacinias. Aunque puede aparecer en algunos árboles próximos a las carreteras o ciudades, es bastante sensible a la contaminación atmosférica. 
Ramalina farinacea.
  • Parmelia quercina. Otro de los líquenes característicos del Bosque Mediterráneo. Se instala sobre cortezas neutras, preferentemente en las ramas de robles y encinas. Aquí, en el Bosque de La Herrería, la hemos localizado sobre las ramas de los robles. Su talo foliáceo es de color gris, algo azulado; no tiene isidios ni soralios, y los apotecios son frecuentes y numerosos, con el disco de color marrón.   
Parmelia quercina.
  • Evernia prunastri. Es un liquen fruticuloso muy frecuente sobre las ramas de brezos y escobas, en zonas con elevada humedad ambiental. Aquí en el Bosque de La Herrería no es muy abundante, sólo aparecen varios talos aislados sobre los troncos de los robles. Las lacinias son de color verde amarillento, con la cara inferior blanca. Con frecuencia presenta soredios por toda la superficie del talo. Este liquen forma parte de la composición de algunos de los perfumes más prestigiosos de la industria cosmética. Suele confundirse con Pseudevernia furfuracea, de color gris con la cara inferior negra y con numerosos isidios.
Evernia prunastri.
  • Lecanora muralis. En las rocas nos encontramos con una diversidad tremenda. Uno de los más comunes en las rocas ácidas es este liquen crustáceo, fuertemente adherido a la superficie, cuyos talos pueden alcanzar tamaños considerables (hasta 10 cm. de diámetro). Se trata de uno de los líquenes más resistentes a la contaminación atmosférica, de hecho aparece sobre unos muros de piedra, dentro del casco urbano, soportando el aporte diario de los contaminantes de los coches.
Lecanora muralis.
  • Cladonia fimbriata. No son muy abundantes las cladonias en el bosque de La Herrería. Pero en algunos troncos de robles muertos aparecen esas trompetillas tan características. Las cladonias son líquenes compuestos, formados por un talo primario escuamuloso y un talo secundario con podecios (las trompetillas). Es muy difícil diferenciar unas especies de otras, pero esta es relativamente frecuente en la parte inferior de los troncos y rocas, en bosques maduros. 
Cladonia fimbriata.
  • Rhizocarpon geographicum. Es uno de los líquenes más popularmente conocidos, el "Liquen Geográfico", un liquen cosmopolita que crece sobre rocas de naturaleza ácida, en las regiones montañosas de todo el mundo. Presenta un hipotalo negro que resalta el color amarillo del talo. Sus apotecios negros aparecen siempre entre las escuámulas del talo. 
Rhizocarpon geographicum.
  • Lasallia pustulata. Se trata de uno de los líquenes que forman parte de esa comunidad saxícola denominada "Tripas de Roca", líquenes foliáceos umbilicados que se desarrollan sobre las rocas silíceas. En este caso, la característica fundamental es la presencia de grades pústulas en el talo, la capa de pruína blanca y los abundantes isidios negros coraliformes que se agrupan en los márgenes del talo. 
Lasallia pustulata.
Lasallia pustulata.
  • Candelariella vitellina. Curioso liquen saxícola de color amarillo, exclusivo de las rocas silíceas, que forma pequeñas costras entre las fisuras de las rocas. Presenta apotecios de color amarillo pardo. Tiende a asentarse en las fisuras de las rocas.
Candelariella vitellina.
  • Physcia aipolia. Liquen foliáceo de color gris, adherido a las ramas de los robles mediante rizinas negras, muy abundantes en la cara inferior. Los apotecios son frecuentes, de color negro. Es bastante común en el Bosque Mediterráneo, en situaciones bien iluminadas. Resistente a la contaminación, aunque no tanto como la Xanthoria parietina, con la que suele convivir en muchas zonas. 
Physcia aipolia.
  • Dimelaena oreinaSe trata de uno de los líquenes más habituales de las rocas silíceas. El talo crustáceo está formado por estrechos lóbulos marginales y placas o areolas en las partes centrales. Es característico su color amarillo pajizo y los apotecios negros, inmersos en el talo. 
Dimelaena oreina.
  • Diploschistes scruposusOtro de los grandes líquenes crustáceos que desarrollan enormes talos sobre las rocas silíceas. Elige exposiciones a la luz, normalmente cerca del suelo. Destaca por su color blanco y los apotecios negros, pruinosos, inmersos en el talo. Se puede confundir con otras especies de líquenes crustáceos, pero sus esporas murales y los tests químicos ayudan en su identificación.
Diploschistes scruposus.
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