Nos dirigimos al Hayedo de la Tejera Negra, situado en un recóndito lugar de la Sierra de Ayllón (Guadalajara), para buscar el Liquen de los Lobos (Letharia vulpina) sobre Tejos (Taxus baccata). La primera cita de este liquen en este hayedo data del año 1990, cuando fueron localizados pequeños talos inconspicuos sobre ramas de Quercus pyrenaica (Javier Burgos & Ana Rosa Burgaz).
Esta actividad forma parte de nuestro Proyecto de Ciencia Ciudadana, más concretamente del "Estudio de la Flora Liquénica Epifítica de los Tejos del Sistema Central Ibérico".
Nos acompaña Josete Martín, que viene seducido por la idea de colaborar en una investigación científica como esta.
Nos acompaña Josete Martín, que viene seducido por la idea de colaborar en una investigación científica como esta.
El Hayedo de la Tejera Negra ha sido recientemente incluido en la lista de Patrimonio Mundial por la UNESCO. La presencia de estos hayedos en el Sistema Central se debe a que son bosques relícticos, testigos de otras épocas más frías y húmedas que la actual.
Los hayedos del Sistema Central son pequeños en extensión, y se conservan "milagrosamente" en los valles más sombríos y húmedos, donde la topografía favorece la concentración de nieblas.
Esta masa forestal esconde algunos "tesoros botánicos" que no tardamos en descubrir.
Acompañan a las Hayas (Fagus sylvatica) y los Robles Melojos (Quecus pyrenaica), algunos Acebos (Ilex aquifolium), Abedules (Betula pubescens), Olmos de Montaña (Ulmus laevis), Mostajos (Sorbus aria)..., y lo que estamos buscando: Tejos (Taxus baccata).
Nos llama la atención la presencia del helecho Polipodio (Polipodium vulgare), muy frecuente en la Cordillera Cantábrica y Pirineos, pero bastante raro en el Sistema Central.
Nuestro objetivo es localizar a los tejos más añejos del valle del río Lillas, para explorar su flora liquénica, pues tenemos indicios fundados de la existencia del Liquen de los Lobos (Letharia vulpina).
Buscamos los tejos localizados en la cabecera del río Lillas, pero la difícil orografía del terreno nos complica mucho el avance.
Sorprende la presencia de abundante Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi), que cubre el suelo como una densa alfombra verde. Junto a la Gayuba distinguimos algunas plantas de Arándano (Vaccinium myrtillus). Pero los pocos tejos que hemos encontrado hasta ahora no albergan ninguna especie de liquen interesante.
El Brezo (Erica arborea y E. australis) es también muy abundante y nos complica mucho la exploración.
Polytrichum formosum. |
Lobaria pulmonaria. |
Nos llama la atención la presencia del helecho Polipodio (Polipodium vulgare), muy frecuente en la Cordillera Cantábrica y Pirineos, pero bastante raro en el Sistema Central.
Polipodium vulgare. |
Buscamos los tejos localizados en la cabecera del río Lillas, pero la difícil orografía del terreno nos complica mucho el avance.
Sorprende la presencia de abundante Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi), que cubre el suelo como una densa alfombra verde. Junto a la Gayuba distinguimos algunas plantas de Arándano (Vaccinium myrtillus). Pero los pocos tejos que hemos encontrado hasta ahora no albergan ninguna especie de liquen interesante.
Finalmente decidimos subir hacia las cotas altas para tratar de localizar a las masas forestales más oscuras, que nos pueden indicar la localización exacta de los tejos.
El paisaje es realmente sobrecogedor. Las hayas tienden a concentrarse en las zonas más profundas de las laderas.
Finalmente alcanzamos la cota máxima de nuestra ladera, el Alto del Cervunalillo, situado a 2016 m. de altitud.
La visión que obtenemos desde aquí del Hayedo de la Tejera Negra es una de las más completas posibles.
A nuestra izquierda se alza el Pico Buitreras (2.045 m.). Hemos rastreado con los prismáticos el hayedo en busca de las zonas donde podrían localizarse los tejos, y los hemos localizado cerca de la Majada de los Sacerdotes.
Finalmente no localizamos al Liquen de los Lobos. Habrá que seguir intentándolo durante otra jornada de exploración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario