Una vez más, acudimos a comprobar cómo se encuentran nuestros amigos los Buitres Leonados, que como pudimos corroborar hace un par de semanas, se encuentran ya inmersos en la tarea de incubación. Hoy hemos visitado otra colonia, formada por tres parejas, que desde antaño ocupan una cresta rocosa en las Montañas de Malagón, cerca de San Lorenzo de El Escorial. De los tres nidos, dos están permanentemente ocupados. El tercero parece estar vacío, pero no logramos verlo en su totalidad, por lo que no podemos asegurarlo con absoluta certeza.
Durante el transcurso de nuestras observaciones, una de las dos hembras se levantó durante unos instantes para desperezarse, lo cual nos permitió ver su huevo. Se trata de Lisa, la misma hembra que acude aquí todos los años a criar. Su pareja estará probablemente buscando alimento lejos de aquí.
Estaremos pendientes durante las próximas semanas, para tratar de ser testigos del gran momento del nacimiento de los polluelos.
La actividad del sábado 23 de enero consistió en realizar una exploración florística y faunística de la montaña más elevada de la Sierra de Malagón, uno de los parajes más salvajes y mejor conservados de la Sierra de Guadarrama. El objetivo está puesto en alcanzar de caverna que le da nombre a la montaña, Cueva Valiente, que seguro guarda secretos que trataremos de descubrir. La riqueza biológica de este espacio natural es incuestionable, y aquí mostramos tan solo una pequeña parte; basta con caminar por el interior del pinar con un poquito de atención y pronto comienzan a aparecer curiosidades botánicas como estos Esfagnos, unos musgos muy especiales que tienen la particularidad de ser los precursores de las turberas, escasamente representadas en el Sistema Central.
Esfagnos (Sphagnum palustre).
Junto a los Esfagnos, encontramos este helecho, que se caracteriza por presentar frondes (hojas) femeninas diferentes de las masculinas. Esta especie está ligada a los bosques más húmedos y mejor conservados de la mitad occidental de la Península Ibérica.
Blechnum spicant.
Mientras caminábamos por la espesura del bosque, sorprendimos a una pareja de corzos que rápidamente se alejaron de nuestra presencia. Localizamos un hermoso ejemplar de Tejo, muy abundante en otros tiempos, pero en franca regresión en la actualidad. Son muy pocos los ejemplares que sobreviven en la Sierra de Guadarrama.
Tejo (Taxus baccata).
Subiendo ya por la loma de Cueva Valiente, pudimos localizar sobre unos leños secos de pino, un curioso liquen de color amarillo que ha sido recientemente descubierto en el Sistema Central. Se trata de una especie (Cyphelium tigillare), cuya presencia es interpretada como bioindicadora de la calidad de estos pinares serranos.
Cyphelium tigillare.
No es fácil encontrar el emplazamiento exacto de la caverna de Cueva Valiente, entre otras cosas porque se encuentra en un lugar de difícil acceso. Unos frondosos helechos situados junto a la entrada de la cueva (Dryopteris affinis) anuncian su proximidad.
Dryopteris affinis
Ya en el interior de la cueva, nos surge una pregunta: ¿Se trata de una caverna natural, o su origen es el resultado de una antigua explotación minera? Nosotros lo tenemos claro, pero no hay mejor lugar para explicarlo que paseando por el interior de la gruta con la ayuda de nuestras linternas y frontales. Lo que vemos sobre las paredes y techos, nos da mucha información al respecto. Una vez visitada la cueva, nos dirigimos a la cumbre de la montaña, situada a 1.903 m. de altitud. Desde allí las vistas de la Mujer Muerta y de la lejana Sierra de Gredos son espectaculares. Sobre nuestras cabezas, el gran planeador de la Sierra, el Buitre Leonado.
Buitre Leonado (Gyps fulvus).
Regresamos por la vertiente abulense de Cueva Valiente, donde nos esperan otras tantas sorpresas, como este Acebo, testigo de la huella que dejaron las glaciaciones en el Sistema Central.
Acebo (Ilex aquifolium).
Un interesante recorrido que recordaremos por la agradable compañía de nuestros expedicionarios, que tanto han disfrutado de nuestra fauna, de nuestra flora y de nuestros paisajes, en un día primaveral que se ha colado en pleno invierno, y donde la nieve ha brillado por su ausencia. Os dejamos algunas de las secuencias filmadas durante la jornada.
De acuerdo con nuestro Programa de Actividades del mes de enero, hoy tocaba la visita de una colonia de Buitre Leonado (Gyps fulvus) en la Sierra de Guadarrama, próxima a San Lorenzo de El Escorial. Nuestro objetivo era comprobar si las parejas han iniciado ya su temporada de cría.
Nos aproximamos a una de las zonas donde habitualmente anida el Gran Carroñero de nuestra sierra, y pudimos localizar dos nidos recién habilitados, ocupados cada uno de ellos por una hembra que permanece la mayor parte del tiempo acomodada e inmóvil. Sospechamos pues, que ya se ha producido la puesta, probablemente durante la semana pasada.
Una de las hembras, a la que hemos bautizado "Deva", no se movió del nido durante el transcurso de las observaciones. La otra hembra, "Sole", que ocupa un nido solitario en una pared próxima a la cornisa elegida por Deva, se desperezó durante unos minutos lanzándose a un vuelo que pudimos captar con nuestra videocámara.
Tan pronto como Sole regresó a su nido, buscamos una nueva localización que nos permitiera captar una imagen más completa del nido, procurando en todo momento no llamar la atención de Sole para no molestarla. Logramos así aproximarnos a un collado desde donde pudimos captar a Sole junto a su valioso tesoro.
Por el entorno de nuestra localización hemos sorprendido a un grupo de Muflones (Ovis musimon), introducidos con fines cinegéticos en un coto de caza.