domingo, 2 de abril de 2017

Observación del Buitre Leonado (Sierra de Guadarrama, Madrid).

Nuestra Expedición Ibérica basada en la Observación del Buitre Leonado en la Sierra de Guadarrama, ha tenido hoy una jornada muy especial. Luego veremos por qué. 
Hoy conducimos a Raúl, Ángel, Mª José, Luis Miguel, Laureana, Cora, Jesús y Carmen (todos ellos de Madrid) a la buitrera donde estamos realizando el seguimiento de la temporada de cría del Buitre Leonado, en la Sierra de Guadarrama.
El itinerario es abrupto y exigente, pero nuestros expedicionarios están muy bien equipados y motivados para vivir una auténtica experiencia ecoturística.
Durante la marcha encontramos las primeras Aceiteras de la temporada (Physomeloe corallifer), curiosos coleópteros que deben su nombre a su capacidad de segregar un aceite tóxico que les sirve para auyentar a sus posibles enemigos.
Aceitera (Physomeloe corallifer).
Se nota la llegada de la primavera en los bosques y la montaña, no solo por el colorido de las flores, sino también por la abundancia de los primeros insectos de la temporada y por los sonidos de las aves, muchas de las cuales se encuentran iniciando ya su período reproductor. Así hemos escuchado hoy el primer canto del Cuco en este valle, además de los reclamos de otros muchos pájaros, como los Carboneros, Trepadores, Pinzones... Tampoco ha faltado el clásico tamborileo del Pito Real y del Pico Picapinos, ni el grito de alarma del Arrendajo (Garrulus glandarius), el Guardian de los Bosques, que se nos dejó ver durante la excursión.

Casi todos los roquedos están ya engalanados con el Junquillo Oloroso (Narcissus rupicola), endemismo ibérico muy frecuente en el Sistema Central. Pero no fue la única flor que pudimos identificar: Vimos la Estrella Amarilla (Gagea nevadensis), el Azafrán Serrano (Croccus carpetanus), algunas Romuleas (Romulea bulbocodium)...
Junquillo Oloroso (Narcissus rupicola).
Pero el protagonista hoy es el Buitre Leonado (Gyps fulvus), uno de los grandes carroñeros de nuestra fauna, experto planeador que surca los cielos sin apenas gastar energía. Elige muy bien los lugares donde instalar sus nidos, unos nidos muy modestos pero cuyo emplazamiento resulta casi inalcanzable para nosotros los humanos.  
Durante la temporada de cría estas aves son especialmente vulnerables, por eso vamos a evitar la más mínima molestia sobre ellas e instalamos nuestro observatorio lo suficientemente alejado como para que apenas noten nuestra presencia.
Con la ayuda de un potente telescopio terrestre, pudimos comprobar la llegada al mundo de un nuevo buitre, "Áxel", nacido hace apenas dos semanas.
En otro nido al que alcanzamos visibilidad, permanece recostada una madre (o un padre) que prácticamente no deja asomar a su polluelo, que a buen seguro está allí, bajo la permanente protección de su progenitor. 
Fotografía realizada por Raúl Martínez, mediante digiscoping.
Hemos sido muy afortunados de presenciar la llegada de la pareja a uno de los nidos, momento que nos permitió ver con claridad a "Áxel". Suerte que Raúl estaba preparado y captó el momento mediante la técnica del digiscoping.
Fotografía realizada por Raúl Martínez, mediante digiscoping.
Durante la sesión de observación realizamos algunas filmaciones que nos han permitido ver a "Áxel" y comprobar con qué cuidado es atendido por sus progenitores:

Tras permanecer un tiempo observando los nidos, llevamos a nuestro grupo de expedicionarios de regreso, visitando algunos de los lugares más singulares del bosque.  

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