sábado, 12 de noviembre de 2016

Gran Safari Serrano (Sierra de Malagón, Campo Azálvaro y Tierra de Pinares)

Hoy realizamos nuestro primer Gran Safari Serrano de la temporada con Silvia, Manuel, Sara y Pablo, una encantadora familia procedente de Madrid, que ya nos acompañaron durante una de nuestras Expediciones Ibéricas dedicadas al Oso Pardo. 
Campo Azálvaro
El objetivo de este Safari es observar la fauna salvaje desde un vehículo 4x4 a lo largo de un recorrido por pistas forestales que surcan la Sierra de Malagón, Campo Azálvaro y Tierra de Pinares.
Tierra de Pinares.
El primer trayecto del Safari recorre la ladera norte de la Sierra de Malagón, una ladera cubierta por bosques de Pino Silvestre de Valsaín (Pinus sylvestris) y por Melojares de Roble Rebollo (Quercus pyrenaica). En estos bosques, los Corzos (Capreolus capreolus) se dejan ver con relativa frecuencia, a primeras horas de la mañana. 
Corzos observados directamente desde el vehículo del Safari.
Tras el recorrido por la Sierra de Malagón, nos adentramos en Campo Azálvaro a través del Camino de la Talanquera, una zona donde comienzan a ser posibles los avistamientos de rapaces necrófagas como el Milano Real (Milvus milvus), el Buitre Leonado (Gyps fulvus) y el Buitre Negro (Aegypius monachus).  
Buitre Negro fotografiado desde el vehículo del Safari.
La primera parada del Safari es para visitar el Observatorio de Aves Carroñeras de Campo Azálvaro.
Desde este observatorio podremos observar, con la ayuda de prismáticos y telescopios terrestres, el muladar donde está previsto el depósito de carroña. Los muladares son áreas habilitadas para el depósito de restos cárnicos procedentes de explotaciones ganaderas, industrias cárnicas y de la actividad cinegética local. 
Las aves carroñeras cumplen una importante función ecológica, pues se alimentan de los cadáveres de animales silvestres y de granja. Tras la aparición del Mal de las Vacas Locas en la década de los 2000, se prohibió el abandono de las reses muertas en el campo, privando a especies amenazadas como el Buitre Negro, el Milano Real o el Alimoche de un sustento necesario e imprescindible para su supervivencia
Con la recuperación y mantenimiento de estos muladares se contribuye a la conservación de las aves necrófagas, aportando a su vez una solución mucho más económica y efectiva para los ganaderos. Nuestro acuerdo de colaboración con el Colectivo Azálvaro, nos permite concertar un aporte de carroña para que nuestros clientes más exigentes puedan observar y descubrir la secuencia completa de la importante función que desempeñan las necrófagas para el correcto funcionamiento de los ecosistemas.
Durante un par de horas observamos los acontecimientos que se van sucediendo en el muladar desde el confortable observatorio, mientras damos a conocer la biología de las diferentes especies necrófagas. También pudimos observar de cerca al Colirrojo Tizón (Phoenicurus ochruros), que se exhibía de vez en cuando a escasos metros del observatorio. 
Exposición de cráneos y plumas en el Observatorio de Aves Necrófagas. 
Tras la llegada de los Buitres Leonados y Negros, la pitanza se conviertió en todo un espectáculo de la Naturaleza digno de contemplar. 
Después de la estancia en el observatorio del muladar, continuamos nuestro Safari recorriendo las tierras del Campo Azálvaro, una extensa llanura de pastizales situados a 1.250 m. de altitud, que constituye un Espacio Natural protegido perteneciente a la Cuenca Alta del Río Voltoya.
A lo largo del recorrido pudimos sorprender al Zorro (Vulpes vulpes) cazando a plena luz del día. Seguramente andaba detrás de los topillos, muy abundantes en la zona y que atraen a todo tipo de aves cazadoras, como el Busardo Ratonero (Buteo buteo).
Cruzando en embalse de Serones localizamos a un numeroso grupo de Cormoranes (Phalacrocorax carbo) que realizaban tareas de aseo personal a orillas del embalse. También vimos por la zona a la Gaviota Sombría (Larus fuscus).
Adentrándonos ya en tierras abulenses, aumentan las posibilidades de observar aves esteparias como el Sisón (Tetrax tetrax) o la Avutarda (Otis tarda), pero no ha habido suerte. Sí hemos sorprendido a una Garza Real (Ardea cinerea) pescando en las aguas del Río Voltoya. 
La siguiente parada la realizamos en Peña Mingovela, en cuya base de encuentra una cueva que alberga en su interior uno de los ejemplos de Pintura Rupestre Esquemática más significativos del centro peninsular. 
Datadas a finales del Neolítico (4.000 - 3.000 años a/C), estas pinturas constituyen una de las pocas representaciones de arte rupestre presentes en el Sistema Central. 
En la misma cueva localizamos un par de nidos pertenecientes al Avión Roquero (Ptyonoprogne rupestris).
La belleza del entorno y la traquilidad del lugar invitan a realizar aquí el picnic, antes de continuar con el Safari por Tierra de Pinares. 
Aprovechando nuestro paso por Bernuy-Salinero, a escasos kilómetros de la ciudad de Ávila, visitamos también el Dolmen de Prado de las Cruces, un monumento megalítico de corredor, construido a mediados del Neólitico (unos 5.000 años a/C). 
Allí pudimos observar al Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus), tratando de cazar algún topillo de los campos de alrededor. También vimos por la zona Estorninos Negros (Sturnus unicolor), Pinzones Vulgares (Fringilla coelebs), un Verdecillo (Serinus serinus), una Tarabilla Común (Saxicola torquatus), un Escribano Soteño (Emberiza cirlus), una Alondra...
Nos adentramos ya en Tierra de Pinares, un extenso paraje montañoso muy desconocido y de enorme riqueza ambiental. Su paisaje alomado a caballo entre las sierras de Guadarrama y Gredos ofrece un territorio abrupto donde dominan los pinares del Pino Resinero (Pinus pinaster) y Pino Piñonero (Pinus pinea). 
El Pino Resinero de esta zona sigue siendo explotado industrialmente para la obtención de la resina, un recurso ancestral que sigue dando sus frutos todavía hoy en día.
La noche se nos echa encima, pero eso no impide que sigamos observando fauna salvaje. De hecho, durante nuestro trayecto por esta zona, vimos cruzar un enorme zorro, vimos también varios Conejos (Oryctolagus cuniculus), y sorprendimos a un Sapo Corredor (Bufo calamita) cruzando la pista. 
Sapo Corredor (Bufo calamita).
En el último trayecto del Safari, que cruza los Pinares Llanos de Peguerinos y sube al Alto del León por el Collado del Hornillo, realizamos una última parada para visitar la galería de las antiguas minas de Wolframio, un lugar muy especial, escondido en medio del bosque, donde ha encontrado refugio otro curioso anfibio, esta vez del grupo de los Urodelos: La Salamadra Común. Se trata de la subespecie endémica del Sistema Central, Salamandra salamandra almanzoris.
Salamandra  Común (S. salamandra almanzoris). Foto: Manuel Naharro.
A las ocho de la tarde llegamos al Alto del León y dimos por concluido el Safari. En total fueron cerca de 150 km. de recorrido en 4x4 que dieron de sí para obtener numerosos avistamientos faunísticos que pasamos a relacionar a continuación:
MAMÍFEROS
  - Conejo (3)
  - Corzo (4)
  - Zorro (3)
AVES
  - Alondra Común (1)
  - Buitre Leonado (8)
  - Buitre Negro (5)
  - Busardo Ratonero (5)
  - Cernícalo Vulgar (1)
  - Colirrojo Tizón (2)
  - Cormorán Grande (30-40)
  - Cuervo (40-50)
  - Escribano Soteño (1)
  - Estornino Negro (15-20)
  - Garza Real (1)
  - Gaviota Sombría (2)
  - Grajillas (40-60)
  - Milano Real (15-20)
  - Pinzón Vulgar (4)
  - Tarabilla Común (1)
  - Urraca (8)
  - Verdecillo (1)
ANFIBIOS
  - Rana Común (1)
  - Salamandra Común (1)
  - Sapo Corredor (3)

Hemos seleccionado varias secuencias filmadas durante esta jornada para editar un vídeo de presentación del Gran Safari Serrano:

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